ENAMORARSE QUITA EL HAMBRE

¿Por qué enamorarse quita el hambre?

Esta reacción tan común tiene una explicación científica basada en la química del cerebro y el sistema hormonal. El amor no es solo un fenómeno emocional

Cuanto más serotonina se libera, mayor es la sensación de saciedad.
Enamorarse quita el hambre.Cuanto más serotonina se libera, mayor es la sensación de saciedad.Créditos: Canva
Escrito en PAREJA el

¿Por qué cuándo nos enamoramos se nos quita el hambre? Esta reacción tan común tiene una explicación científica basada en la química del cerebro y el sistema hormonal. El amor no es solo un fenómeno emocional: es también un complejo proceso biológico que moviliza varias hormonas, responsables de muchos de los cambios físicos y psicológicos que experimentamos, incluyendo la supresión del hambre.

¿Por qué enamorarse quita el hambre?

Las hormonas son sustancias químicas producidas por organismos multicelulares con el fin de mantener la homeostasis o equilibrio celular. En el cuerpo humano existen al menos 50 hormonas distintas, clasificadas en tres grandes grupos: peptídicas, eicosanoides y esteroideas. Estas moléculas regulan funciones tan diversas como el apetito, el sueño, el deseo sexual y las emociones. En el contexto del amor, informó National Geographic, hay un conjunto específico de hormonas que actúan en distintas fases de la relación: atracción, deseo y apego.

Durante la fase de atracción, el cerebro entra en modo “alerta máxima”. Se liberan grandes cantidades de dopamina y noradrenalina, dos neurotransmisores que activan el circuito de recompensa del cerebro. Nos sentimos eufóricos, llenos de energía, y con una disminución notable del sueño y del apetito. Esta respuesta es similar a la que producen algunas drogas estimulantes, como la cocaína, lo que explica por qué estar enamorados puede ser tan adictivo.

Además, la serotonina, una hormona clave en el estado de ánimo, también aumenta en esta fase. Aunque es conocida como la “hormona de la felicidad”, la mayor parte de la serotonina se produce en el tracto gastrointestinal y tiene un papel central en la regulación del apetito. Cuanto más serotonina se libera, mayor es la sensación de saciedad, que es lo mismo que la sensación de que se nos quita el hambre. Esto refuerza la clásica imagen del enamorado que se salta comidas sin darse cuenta porque “tiene mariposas en el estómago”.

Cuanto más serotonina se libera, mayor es la sensación de saciedad. Crédito: Canva.

Curiosamente, nuestra microbiota intestinal también influye en los niveles de dopamina y serotonina. Una microbiota rica favorece la producción de estas sustancias, lo que sugiere que lo que sentimos en el estómago cuando estamos enamorados podrían ser microorganismos, más que mariposas.

Las fases posteriores del amor, como el deseo (impulsado por testosterona y estrógenos) y el apego (dominado por la oxitocina y la vasopresina), también tienen efectos en el cuerpo, aunque con menor impacto en el apetito. El amor, por tanto, se experimenta no solo en el corazón o la mente, sino en todo el cuerpo, y especialmente en el estómago. Por eso cuando nos enamoramos se nos quita el hambre. ¿Te ha pasado?