INTIMIDAD

¿Por qué me duele cuando tengo intimidad?

El dolor durante la intimidad es un problema frecuente que afecta la calidad de vida

Conoce por qué me duele cuando tengo intimidad
Conoce por qué me duele cuando tengo intimidadCréditos: (Canva)
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La intimidad juega un papel importante en la relación de pareja, sin embargo, existen diferentes razones por las que puede doler el acto íntimo, y a continuación, te diremos por qué sucede. 

La intimidad debería ser una fuente de conexión, placer y bienestar. Sin embargo, para muchas personas —en su mayoría mujeres, aunque también puede afectar a hombres— se convierte en una experiencia asociada al dolor, la ansiedad y la frustración

Este dolor, conocido médicamente como dispareunia, no es normal ni debe aceptarse como algo inevitable. Por el contrario, es una señal de alerta del cuerpo que merece atención, comprensión y, sobre todo, una solución adecuada.

Las razones por las que duele tener intimidad

Ignorar el problema o atribuirlo simplemente al estrés puede agravar la situación, creando un círculo vicioso de miedo al dolor, tensión muscular y más dolor. Romper este ciclo comienza por entender sus posibles orígenes, los cuales son diversos y a menudo multifactoriales y pueden ser los siguientes:

  • Causas ginecológicas y urológicas

El dolor durante la penetración puede ser un síntoma directo de diversas condiciones médicas. En las mujeres, afecciones como la endometriosis (cuando el tejido uterino crece fuera del útero), los quistes ováricos, las infecciones vaginales o urinarias recurrentes (como la cistitis), o la vaginismo (una contracción involuntaria de los músculos vaginales) son culpables frecuentes. En los hombres, el dolor puede estar relacionado con condiciones como la prostatitis (inflamación de la próstata) o infecciones.

Estos problemas suelen causar un dolor agudo, localizado y específico, que puede sentirse en la entrada vaginal, en lo profundo de la pelvis o en el pene. Un diagnóstico ginecológico o urológico exhaustivo es fundamental. Un especialista puede realizar exámenes pélvicos, ecografías o cultivos para descartar o confirmar estas patologías y ofrecer un tratamiento dirigido, que puede incluir medicación, fisioterapia o, en algunos casos, intervención quirúrgica. 

  • Falta de lubricación y sequedad vaginal

Una de las razones más comunes y subestimadas del dolor es la insuficiente lubricación vaginal. Esto puede deberse a una excitación insuficiente por prisas o falta de estimulación previa, pero también a cambios hormonales. La menopausia, la lactancia o el uso de algunos anticonceptivos pueden reducir los niveles de estrógeno, provocando sequedad y atrofia vaginal (llamada vaginitis atrófica), donde los tejidos se vuelven más finos, menos elásticos y más sensibles.

Una de las razones más comunes y subestimadas del dolor es la insuficiente lubricación vaginal. (Foto: Canva)
  • Factores psicológicos y emocionales

La salud íntima está profundamente ligada al bienestar emocional. El estrés crónico, la ansiedad por el rendimiento, una baja autoestima, traumas pasados como abusos sexuales, o problemas de pareja pueden manifestarse como dolor físico durante el acto. La mente, en estado de alerta o defensa, envía señales al cuerpo que provocan tensión muscular en la zona pélvica, impidiendo la relajación necesaria para una penetración cómoda.

  • Una mala técnica

No todo el dolor tiene una causa médica o psicológica profunda; a veces, el problema reside en el "cómo". Una penetración demasiado rápida o brusca, posiciones que ejercen presión incómoda, una comunicación deficiente en la que no se expresan las preferencias o el malestar, o incluso el uso de preservativos o lubricantes con componentes irritantes pueden desencadenar dolor. La intimidad se convierte entonces en un acto mecánico, no en un encuentro conectado.

Una mala técnica puede causar dolor en la intimidad. (Foto: Canva)
  • Condiciones dermatológicas y alergias

La piel de la zona genital es extremadamente sensible y puede reaccionar a diversos agentes. Afecciones como la psoriasis o el eczema pueden causar lesiones, fisuras, enrojecimiento y dolor al contacto. Además, las alergias o irritaciones por contacto son comunes: pueden ser provocadas por espermicidas, aromatizantes en protectores diarios o geles íntimos, el látex de algunos preservativos, o incluso componentes de la ropa interior sintética.

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