Disfrutar la intimidad es una parte importante de cualquier relación de pareja, pero también es fundamental considerar el lugar donde ocurre. Especialistas advierten que, aunque experimentar en otras áreas del hogar puede resultar divertido, hacerlo en lugares como el sillón o el sofá podría incrementar el riesgo de infecciones por la cantidad de bacterias que se acumulan en estos muebles.
La doctora Hana Patel, de los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos, explica que los tejidos del sofá o los sillones pueden almacenar un verdadero “cóctel” de microorganismos invisibles que se adhieren al cuerpo durante la actividad sexual. De acuerdo con la experta, estos muebles no se lavan con la frecuencia con la que se cambian las sábanas, lo que los convierte en un entorno ideal para la proliferación de bacterias.
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Un hábito más común de lo que parece
Según un sondeo citado por Daily Mail, realizado a 500 británicos, el 97% de los participantes admitió haber tenido relaciones sexuales al menos una vez en el sofá. Además, más de una cuarta parte dijo preferir el sillón antes que la cama de su habitación.
Sin embargo, la doctora Patel subraya que esta práctica puede ser riesgosa y es que, al sentarnos en el sillón después de un día de trabajo, dejamos bacterias acumuladas en la ropa, el cuerpo e incluso los zapatos. Si además hay mascotas en casa que suelen ocupar este espacio, la carga microbiana puede ser aún mayor.
Los tejidos porosos como el algodón, el nailon o el poliéster —materiales comunes en los sillones— permiten que las bacterias sobrevivan durante periodos prolongados, lo que incrementa las posibilidades de infecciones si hay contacto directo durante la intimidad.
¿Qué infecciones pueden aparecer?
- Infecciones del tracto urinario (ITU): son de las más frecuentes, especialmente en mujeres, y pueden provocar ardor al orinar, urgencia miccional, dolor pélvico, orina turbia, de mal olor o incluso rojiza. La Clínica Mayo advierte que, si no se tratan, estas infecciones pueden avanzar hasta los riñones y causar síntomas más graves como fiebre alta, temblores, dolor en el costado, náuseas y vómitos.
- Quemaduras e irritaciones: la fricción con ciertos materiales —como el cuero o tapices ásperos— puede generar irritaciones o lesiones por roce, conocidas como “quemaduras por fricción”. Estas lesiones pueden volverse dolorosas y tardar varios días en sanar.
Sin embargo, una encuesta publicada por el Royal College of Occupational Therapist encontró que más de una quinta parte de las mujeres comparten que tener intimidad en el sillón les hace sentir mayor conexión con su pareja. En contraste, solo el 18% de los hombres reportó esta sensación.
Cómo reducir los riesgos si decides tener intimidad en el sillón
Si tú y tu pareja disfrutan de tener encuentros en el sofá, los especialistas recomiendan tomar medidas sencillas para reducir riesgos:
- Colocar una sábana, toalla o manta limpia sobre el tapiz para evitar el contacto directo con las bacterias del tejido
- Limpiar o aspirar el sillón con vapor caliente después del encuentro para eliminar residuos y microorganismos
- Mantener una higiene adecuada antes y después de la actividad sexual
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