DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL VIH SIDA

"Vivimos, resistimos y exigimos": historias que revelan cómo se enfrenta al VIH en México

En México, vivir con VIH sigue implicando enfrentar estigma, desabasto y trámites que retrasan el acceso al tratamiento

Día Mundial de la Lucha contra el Sida.Créditos: Canva
Escrito en ESPECIALIDADES el

La vida de Carlos Rivera cambió el 16 de enero de 2025, con 29 años, abogado de profesión, con "salud estable" y consultas médicas esporádicas. Cada año acudía a hacerse pruebas de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), pero una mañana de principios de año y un examen de rutina que terminó con tres pruebas rápidas reactivas a VIH, lo cambió todo. “Me bloqueé. No pensé nada. Era como si no entendiera lo que estaba pasando”, recuerda.

A pesar de conocer los avances médicos, el miedo lo invadió y lo sigue invadiendo: miedo al estigma, al laberinto burocrático para acceder al tratamiento e información, pero sobre todo el miedo a contarle la verdad a su familia, hoy 11 meses después aún no lo saben.

Luis Gabriel, de 56 años, recibió el diagnóstico una década antes, en un momento devastado por el duelo y la depresión por la pérdida de su madre y enfrentaba violencia familiar, discriminación en el trabajo y dificultades laborales que lo "acorralaron" emocionalmente.

“Llegué a pensar en suicidarme. Me aislé completamente. Dejé de usar mis aparatos auditivos, dejé de comer, dejé de dormir”, relata. Su mayor desgaste no fue físico, sino psicológico: la depresión, la falta de apoyo institucional y el estigma que lo señalaba- e incluso hoy en día lo señalan- como “culpable” de su propia condición.

En el marco del Día mundial de la lucha contra el VIH SIDA, ambas historias, con una distancia de 10 años y contadas a Sumédico, coinciden en algo: la fuerza y el acompañamiento comunitario de VIHve Libre una red permanente de apoyo a personas viviendo con VIH. Para Luis, los grupos de apoyo fueron un salvavidas, para Carlos, recién diagnosticado, este grupo se convirtió en un sostén esencial: “Acompañar a otros te ayuda a sentirte acompañado”; otra punto de coincidencia entre ellos: las fallas del Estado.

Una epidemia que sigue ahí

En México, el número de personas que viven con VIH continúa aumentando; según datos oficiales recientes cada año se registran más de 18,000 nuevos diagnósticos, y que más de 180,000 personas viven actualmente con el virus; la gran mayoría enfrenta algún nivel de rezago, desinformación o dificultades para acceder a tratamientos y pruebas oportunas.

Según datos de vigilancia epidemiológica de casos de VIH, del gobierno federal, al 17 de noviembre de este año, ya sumaban 16,323 casos, apenas 2,572 casos menos que en todo el 2024.

Y aunque la ciencia ha avanzado- tratamientos más seguros, esquemas de una sola tableta, supresión viral rápida, medicamentos preventivos, estos avances llegan tarde o incompletos para una gran parte de la población, de acuerdo con Alaín Pinzón, director de  VIHve Libre, quien además, advierte: “la burocracia es un retroceso en los derechos humanos”.

Desde 2019, VIHve Libre opera el programa comunitario PreviPEP, que hoy atiende a 6,000 personas en todo el país, y que ha permitido documentar las barreras que enfrentan quienes buscan acceso a prevención y tratamiento. "A partir de este programa comunitario nos hemos dado cuenta de las diferentes problemáticas que hay para acceder, no solamente a insumos de prevención o a métodos de prevención actualizados.

Alaín señala que el desabasto, los cambios tardíos de esquemas antirretrovirales y la falta de insumos preventivos son una constante. “Cuando a un paciente le falta d, nosotros tratamos de ayudarle con tabletas para que no deje el tratamiento, y después presionamos a la institución”, explica.

Adicional a ello, “el estigma sigue casi como en los años ochenta y noventa. Vivir con VIH de forma pública cierra puertas laborales, personales y económicas”.

Para él, este 1 de diciembre el Estado debe guardar silencio y escuchar a las personas que viven con VIH: escuchar sobre la falta de acceso, las leyes que criminalizan la transmisión y las políticas que no existen o no se cumplen. “Que dejen de decir que no hay problema. Sí hay desabasto, sí hay falta de política pública, y sí hay negligencia”.

Sin educación sexual no hay prevención

David Alvarado, presidente de Fundasida, destaca otra falla: la falta de educación sexual integral. “Los jóvenes inician su vida sexual muy temprano sin herramientas reales para cuidarse”.

Para él, tres pilares deberían existir:

  1. Educación sexual en las escuelas
  2.  Acceso real a insumos de prevención
  3.  Pruebas de detección accesibles

Carlos Rivera sabe que tarde o temprano tendrá que contarle a su familia, que aunque formados en otra época, confía que entiendan la situación y lo apoyen; Luis Gabriel, en cambio, ya vivió esa etapa: enfrentó prejuicios y señalamientos de "una sociedad que te juzga antes de escucharte".

 

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