Las relaciones íntimas juegan un papel fundamental en la vida de la pareja, pero hay veces en las que no se tienen ganas y a continuación, te diremos si esto es algo normal.
Te podría interesar
En ocasiones toca poner diferentes pretextos a la pareja para no tener intimidad, esto debido a que no se tienen ganas, pero ¿es esto normal? Quédate a descubrirlo.
¿Es normal NO tener ganas de tener intimidad?
La falta de deseo íntimo es más común de lo que muchas personas piensan. Sin embargo, cuando sucede, puede generar preocupación o incluso afectar la relación de pareja.
¿Es normal sentirse así? La respuesta corta es: sí, es normal. Pero comprender las razones detrás de esta situación es clave para saber cómo manejarla.
¿Cuáles son las razones por las que puedes no tener ganas de intimidad?
El deseo íntimo está influenciado por múltiples factores físicos, emocionales y contextuales. A continuación, te explicamos algunas de las razones más comunes:
- Estrés y agotamiento
El estrés diario por el trabajo, problemas personales o preocupaciones económicas puede reducir drásticamente el deseo íntimo. Cuando estás agotado física y mentalmente, es difícil concentrarte en cualquier otra cosa que no sea descansar.
- Cambios hormonales
Las hormonas juegan un papel importante en el deseo íntimo. En las mujeres, los cambios relacionados con el ciclo menstrual, el embarazo, la lactancia o la menopausia pueden afectar el apetito sexual. En los hombres, una disminución en los niveles de testosterona también puede influir.
- Problemas emocionales o de pareja
Las emociones están profundamente conectadas con la intimidad. Si estás atravesando conflictos con tu pareja, tienes resentimientos acumulados o sientes una desconexión emocional, es probable que el deseo disminuya. La salud emocional personal, como la depresión o la ansiedad, también puede ser un factor determinante.
- Uso de ciertos medicamentos
Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los anticonceptivos hormonales y los tratamientos para la presión arterial alta, pueden reducir el deseo íntimo como efecto secundario. Si sospechas que este es el caso, consulta a tu médico para explorar alternativas.
- Factores físicos o de salud
Condiciones de salud como diabetes, problemas de tiroides, obesidad, trastornos del sueño o enfermedades crónicas pueden interferir con el deseo. Además, el dolor o malestar durante la intimidad, conocido como dispareunia, puede generar rechazo hacia los encuentros íntimos.
- Rutina y aburrimiento
La monotonía en la vida diaria o en la intimidad puede hacer que el interés disminuya. Si no hay novedad o emoción en la relación, es común que el deseo se vea afectado.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.