Las relaciones íntimas juegan un papel importante en la vida de las personas y son fundamentales para la pareja por lo que a continuación, te diremos qué es mejor si tener intimidad con las luces apagadas o prendidas.
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Entre las muchas preferencias personales que pueden surgir, la elección de tener intimidad con la luz encendida o apagada es una de las más comunes, y hoy te diremos qué dicen los expertos.
¿La intimidad se debe de tener con luces apagadas o prendidas?
La luz también juega un papel en el nivel de conexión emocional que experimentan las parejas y un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine encontró que las parejas que alternan entre luz encendida y apagada tienden a reportar mayores niveles de satisfacción en su vida íntima. Esto se debe a que ambos escenarios ofrecen beneficios únicos y complementarios.
Cuando la luz está apagada, las parejas pueden centrarse en otros sentidos, como el tacto y el sonido, lo que intensifica la experiencia. Por otro lado, la luz encendida permite un contacto visual más directo, que es fundamental para fortalecer los vínculos emocionales.
Hacerlo con la luz apagada puede hacer sentir a las personas más seguras
De acuerdo con la psicóloga y terapeuta sexual Mariana Káram, la luz apagada puede brindar un sentido de seguridad a quienes tienen inseguridades sobre su cuerpo.
“La oscuridad ayuda a reducir la autocrítica y permite enfocarse más en las sensaciones que en la apariencia. Esto puede ser especialmente útil para quienes tienen problemas de autoestima”, explica.
Sin embargo, para otras personas, la luz encendida puede ser una forma de aumentar la intimidad. Ver al otro y ser visto puede generar confianza y fomentar una comunicación más abierta sobre lo que gusta y lo que no.
La iluminación influye en la intimidad
Desde una perspectiva biológica, la luz también puede afectar el estado de ánimo y la energía durante el acto. La iluminación cálida, como la que emiten las lámparas con tonos amarillos, puede crear un ambiente más relajado, mientras que una luz demasiado brillante podría resultar incómoda o incluso inhibidora. El uso de velas o luces regulables puede ser una excelente solución para quienes buscan un balance.
Lo que es cierto es que no hay una respuesta universal sobre si es mejor tener intimidad con la luz encendida o apagada. Todo depende de las preferencias personales y las dinámicas de cada pareja.
Lo más importante es priorizar la comunicación y el respeto mutuo para disfrutar de una vida íntima plena y satisfactoria.
Tanto la luz como la oscuridad tienen sus beneficios, y experimentar con ambas opciones puede ser una forma de enriquecer la relación. Al final del día, lo que realmente importa es cómo estas elecciones contribuyen a fortalecer la conexión y el disfrute en pareja.
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