Contar con una buena comunicación desde la primera cita o las primeras citas nos ayuda a sentirnos más seguros y tranquilos, pero no solo eso, sino que en el caso de que la relación prospere estaremos asentando buenos pilares como pareja. De acuerdo con la psicología, se trata de un tema fundamental para construir una conexión adulta y realista.
Para la psicóloga Lucía Camín de Alcea, psicología y terapia, “el amor es una experiencia personal compartida, que se va construyendo en gran parte gracias a la comunicación en pareja. Si aprendemos a comunicar eficazmente desde los inicios, disminuiremos las probabilidades de desengaños y malentendidos futuros”.
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Es por ello que la experta comparte 6 claves de cómo hacer que tu primera cita o primeras citas tengan una comunicación exitosa, adulta, honesta y respetuosa:
1. Evita utilizar estrategias fingidas de comunicación para “enamorar al otro”. Para la mayoría, la necesidad de saber con honestidad y cierta seguridad lo que el otro siente o quiere, nos da tranquilidad y nos anima a seguir avanzando en la relación. También parece común que durante las primeras citas exageremos, o mintamos sobre determinados aspectos de nuestra vida. Así que un cierto grado de honestidad, es más que recomendable para evitar desilusiones futuras.
2. Sé auténtico en tu comunicación en la cita. Plantea tus expectativas reales: comunica lo que buscas. Si trasmitimos al otro nuestras expectativas reales, daremos pie a que el otro nos cuente las suyas, veremos si encajan y evitaremos malos entendidos. Practica la autenticidad: comunica quién eres de verdad; gustos, intereses, aficiones, experiencias, necesidades y preferencias. Además, cuando somos honestos, nuestros gestos son más espontáneos, estaremos más relajados y no tenemos la presión de fingir un personaje difícil de mantener a largo plazo. Y desarrolla el autoconocimiento, pues para poder comunicar, es importante primero conocer nuestra verdad, nuestras necesidades afectivas. “Si para la otra persona estas cuestiones no son prioritarias, entonces podremos decidir con mayor libertad e información”, señala la especialista.
3. Comunicación interna: escucha y observa quién es el otro y lo que te hace sentir. Muchas veces en las primeras citas estamos pendientes de gustar o agradar al otro. Ponemos el foco en el otro y tratamos de averiguar lo que piensa o siente por nosotros. Quitamos lo negativo y nos centramos en los atributos positivos, es decir, idealizamos. Y aunque es normal, lo mejor es no perdernos a nosotros mismos para decidir con claridad. Es decir, podemos adoptar una actitud de observador con todos los sentidos. Observar de verdad quién es el otro, qué dice, qué hace, cómo se comporta. Gracias a esta observación, podremos reflexionar con realismo si esa persona encaja o no con nuestra personalidad y lo que queremos.
4. Empieza a comunicarte en las primeras diferencias. Durante las primeras citas ya pueden surgir ciertos desencuentros. Cuando aparezcan las primeras diferencias, resulta especialmente importante practicar una comunicación efectiva. Por un lado, estaremos practicando nuestras habilidades de resolución de conflictos (por muy leves que estos sean al principio). Además, obtendremos información sobre cómo se maneja el otro en los momentos menos agradables, pero tan necesarios en nuestra vida adulta. Se trata de hablar de las diferencias con valentía y respeto.
5. Practica la claridad y sencillez y evita la ambigüedad. Para ello puedes utilizar palabras sencillas, explicaciones concisas y francas. Preferentemente con frases en positivo que alejen cualquier connotación despectiva. Por ejemplo: “Yo disfruto mucho con la tranquilidad”. “Soy una persona que busca mucho mis momentos de soledad, porque lo valoro mucho”. “Te noto algo tenso y despistado, ¿te encuentras a gusto?”. Lo que para unos es normal, para otros es sencillamente una dimensión desconocida. Por eso nuestra labor consiste en minimizar los espacios de libre interpretación en la pareja, que son muy peligrosos.
6. Haz que tu comunicación en las primeras citas sea amable y respetuosa. Los mensajes de comunicación llegan mejor cuando son amables y educados. La amabilidad es una habilidad a desarrollar. La amabilidad va mucho más allá. Se trata de que pase lo que pase, ambas personas se lleven un grato recuerdo. Así ser amable significa hablar con educación, escuchar al otro, no juzgar, tratar de comprender el paradigma del otro y sus necesidades, no presionar, agobiar o tratar de cambiar al otro, etcétera.
En resumen, la comunicación en la primera cita o las primeras citas es fundamental para avanzar en conocer a la otra persona. Y hacerlo de manera realista y adulta nos evitará desengaños o desilusiones, pues la comunicación es algo que se construye.
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