El Programa Sectorial de Salud 2025-2030 (PROSESA) muestra la hoja de ruta del gobierno federal propuesta para transformar el sistema de salud mexicano en el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo. Su principal objetivo es garantizar el acceso universal, gratuito y de calidad a los servicios de salud, con especial énfasis en la equidad y reducción de brechas históricas.
Te podría interesar
Sin embargo, la viabilidad de sus metas depende en gran medida del financiamiento público, cuya expectativa para 2026 ha generado debate y preocupación en el sector, frente a las primeras cifras presentadas en el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2026).
Diagnóstico
El documento, reconoce en su valoración, que hay varios retos fundamentales como los señalados en este espacio con datos de INEFAM, que resumen la situación actual del sistema de salud mexicano:
1. Cobertura y acceso insuficientes
- En 2022, 39% de la población carecía de acceso efectivo a servicios de salud, cifra que supera 54% en zonas rurales (ENIGH-INEGI).
- El 50% de la población no cuenta con seguridad social, dependiendo de IMSS-Bienestar o servicios estatales, lo que profundiza la desigualdad.
2. Financiamiento insuficiente
- El gasto público en salud se mantiene en alrededor del 2.5% del PIB, que representa apenas 50% del gasto total que se hace en el país (5% del PIB en total) compensado con el gasto privado, a costa del bolsillo de la población, por lo que se mantiene muy lejos del 6% recomendado por la OMS, donde el sector público debería ser el gasto predominante.
- El gasto per cápita para la población sin seguridad social (en proceso de integrarse en el OPD IMSS Bienestar) se ha reducido, mientras que los recursos para derechohabientes de IMSS e ISSSTE han aumentado, ampliando la brecha.
3. Desigualdad y fragmentación
- Persisten diferencias notables en la calidad y oportunidad de la atención entre derechohabientes y no derechohabientes, así como entre regiones.
- El sistema sigue siendo fragmentado, con múltiples instituciones y poca coordinación efectiva que dificulta seriamente su planeación y coordinación.
4. Déficit en infraestructura y recursos humanos
- Falta de médicos, enfermeras y especialistas, especialmente en zonas rurales y marginadas.
- Infraestructura hospitalaria insuficiente y envejecida.
5. Problemas de abasto y gestión
- Desabasto recurrente de medicamentos e insumos, con compras públicas poco eficientes y problemas logísticos.
- Subejercicios presupuestales y ejecución ineficiente del gasto, afectando severamente rubros como la vacunación.
Estrategias Planteadas en el PROSESA 2025-2030
El programa establece seis objetivos prioritarios, cada uno con estrategias y líneas de acción específicas:
1. Garantizar el acceso universal a los servicios de salud
- Consolidación de IMSS-Bienestar como eje de atención para la población sin seguridad social, se trata de integrar a los 32 estados en los próximos años.
- Integración progresiva de servicios estatales y federales bajo un modelo único, enorme reto que al momento muestra muchas dificultades.
2. Incrementar la capacidad resolutiva y calidad de la atención médica
- La urgente modernización de hospitales y centros de salud, tarea que resulta ardua y llevará mucho tiempo.
- Homologación de protocolos clínicos para enfermedades prioritarias, como ya ha sido anticipado a través de los llamados “Protocolos Nacionales de Salud” (PRONAM).
3. Garantizar la entrega oportuna de medicamentos e insumos
- Continuar con la estrategia de compras consolidadas de medicamentos e insumos, con participación de al menos 27 instituciones, que aspira a tener mejores resultados que los observados en los últimos 7 años con un problema severo de abasto que promedia apenas 70% respecto al observado históricamente
- Implementación de las “farmacias del bienestar” y plataformas digitales para prescripción y abasto, que sin duda demandará mucha comunicación y capacitación entre el personal que se involucre, donde hace falta una adecuada definición de métricas para identificar la demanda requerida de medicamentos y dispositivos médicos entre las unidades médicas.
4. Mejorar la promoción de la salud y prevención de enfermedades
- Impulso a campañas intensivas de prevención y detección de factores de riesgo metabólico, como la hipertensión, diabetes y colesterol, establecido en los PRONAM.
- Recuperación de coberturas de vacunación y relanzamiento de jornadas nacionales, dada su lamentable condición actual.
5. Fortalecer la integración y modernización del Sistema Nacional de Salud
- Pretende la digitalización de expedientes médicos y uso de telemedicina, para ello, se necesita contar con normativa que se plasme en la Ley General de Salud y reglamentos que deriven, así como contar con inversión para su implementación y recursos humanos preparados, entre ellos el personal médico. Gran reto sin duda.
- Mejorar los sistemas de información y gobernanza sectorial, condición nada menor al ser fundamental contar con datos de manera sistemática para la toma de decisiones y no solo basarse en ideologías y posturas desde los principales responsables sin lograr permear entre todo el personal médico y no médicos para lograr su compromiso, así como incluir al sector social a través de representantes de pacientes que requieren ser escuchados.
6. Disminuir las brechas de salud y atención para poblaciones prioritarias y vulnerables
- Se trata de contar con programas específicos para adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres y comunidades indígenas. Ahí la apuesta al programa “Salud Casa por Casa” que está en ciernes, cuya información recabada entre los hogares beneficiarios será valiosa conocerla para su análisis, planeación y ejecución para garantizar mejor atención a la población objetivo, los adultos mayores.
¿Cuál es la Factibilidad de las Estrategias?
Fortalezas
- El PROSESA se corresponde con el Plan Nacional de Desarrollo y por lo tanto debe contar con el respaldo legal y normativo.
- Plantea estrategias integrales, con enfoque específico hacia la prevención, donde la digitalización es una herramienta que debe ocuparse definitivamente y con la puesta a una centralización de servicios para la población sin seguridad social a través del OPD IMSS Bienestar.
- Se reconoce la necesidad de rescatar y fortalecer la rectoría de la Secretaría de Salud, con el fin de lograr mayor coordinación interinstitucional.
Debilidades y Riesgos
- Financiamiento insuficiente: Al revisar el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026, se mantiene el gasto en salud en niveles similares a 2025, esto es, sobre el alrededor del 2.5% del PIB (señalado en líneas anteriores), lo que cuestiona el verdadero alcance de los objetivos planteados.
- Capacidad de ejecución: La centralización de servicios y compras ha mostrado limitaciones logísticas y operativas severa, con retrasos en la entrega de medicamentos y subejercicios presupuestales, por lo que urge tener garantizada la gestión del sistema y minimizar los impactos negativos en un tema tan delicado como el abasto oportuno.
- Recortes y presiones fiscales: El PEF 2026 contempla una disminución real del presupuesto para salud, lo que limita la expansión de infraestructura, contratación de personal y mejora de servicios. Se denota mayor preocupación por los “ahorros” antes que garantizar la atención oportuna y resolutiva entre la población necesitada. Ahí requiere un verdadero cambio de enfoque.
- Desigualdades persistentes: Sin un aumento sustancial y sostenido del presupuesto, las brechas entre derechohabientes y no derechohabientes, así como entre regiones, difícilmente se cerrarán, a pesar de pretender que los PRONAM sean de observancia y aplicación en general, la falta de recursos materiales, humanos y tecnológicos hacen del todo lograr mejores condiciones en beneficio de la población.
¿Habrá avances en 2026 con el PEF propuesto?
El PEF 2026, de acuerdo con el análisis realizado por INEFAM, no contempla incrementos significativos para el sector salud. Más aún, se advierte que:
- El gasto per cápita para la población sin seguridad social podría caer hasta en 24.9% respecto a 2024, mientras que el de derechohabientes de IMSS e ISSSTE aumenta, por lo que la brecha se amplía.
- Los recortes afectan especialmente a programas de atención a la salud, vacunación y hospitales de alta especialidad, dado que varios programas son “absorbidos” e implica recursos más limitados.
- La compra consolidada de medicamentos enfrenta retos logísticos, administrativos y de ejecución, que podrían traducirse en desabasto y retrasos que han persistido con un modelo que sigue sujeto a improvisaciones.
Fuente: Elaborado por INEFAM® con información del PEF 2025 y PPEF 2026, Transparencia presupuestaria.
Notas:
*La institución IMSS-Bienestar, cambia del Ramo 47 al 56.
**El recurso se pasa al programa "Casa por Casa" para 2026.
¿Qué avances son posibles para 2026?
- Homologación de protocolos clínicos: Es factible avanzar en la estandarización de guías clínicas y procesos, ya que depende más de voluntad técnica y política que de grandes inversiones.
- Digitalización y campañas de prevención: El relanzamiento de campañas de vacunación y la digitalización de expedientes pueden mostrar avances, aunque limitados por la capacidad operativa y sobre todo de inversión.
- Consolidación de IMSS-Bienestar: Se espera que la integración de servicios estatales bajo IMSS-Bienestar avance, aunque enfrentará resistencias y retos laborales y operativos que representan importante resistencia para lograrlo.
¿Qué limitaciones persisten?
- Infraestructura y recursos humanos: Sin un aumento real en el presupuesto, difícilmente se podrán construir nuevos hospitales, equipar adecuadamente los existentes o contratar el personal necesario.
- Abasto de medicamentos: La compra consolidada puede mejorar la planeación, pero la falta de recursos y problemas logísticos seguirán afectando el surtimiento oportuno.
- Reducción de brechas: La desigualdad en acceso y calidad persistirá mientras no se incremente el gasto per cápita y se mejore la distribución de recursos.
Por lo tanto:
El PROSESA 2025-2030 es ambicioso y técnicamente sólido en su diagnóstico y estrategias. Empero, su factibilidad para lograr avances sustanciales en 2026 está severamente limitada por el bajo nivel de financiamiento propuesto en el PPEF 2026, la persistencia de problemas de gestión y la falta de capacidad operativa para ejecutar las transformaciones requeridas.
Para que el PROSESA logre resultados tangibles en el corto plazo, es indispensable:
- Aumentar sustancialmente el presupuesto para salud, al menos entre 4-5% del PIB en el mediano plazo.
- Mejorar la eficiencia y transparencia en la ejecución del gasto.
- Fortalecer la coordinación entre federación y estados, y entre instituciones públicas y privadas.
- Priorizar la atención primaria, la prevención y la equidad en la asignación de recursos.
Sin estos elementos, los avances para 2026 y siguientes años serán parciales y el riesgo de que las metas del PROSESA queden como promesas incumplidas será alto, muy alto.
¡Abramos la conversación! Te comparto mis redes sociales:
X: @EnriqueMtzM
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/enrique-martinez-moreno-63514414/