El choque cardiogénico es un síndrome de alta complejidad, multifactorial, caracterizado por un colapso circulatorio profundo y refractario por alteración en la función de bombeo del corazón de forma aguda. Esta alteración puede ser secundaria al infarto agudo del miocardio, insuficiencia cardíaca aguda, inflamación del corazón (como lo es la miocarditis), enfermedad de las válvulas, entre otras.
Los pacientes de choque cardiogénico, tienen una posibilidad de sobrevida muy baja, con mortalidad cercana al 50% en la mayoría de los casos, pero puede llegar al 100% dependiendo la situación, el entorno, el expertise médico y las herramientas disponibles para tratarlo.
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En los últimos años, el abordaje del choque cardiogénico ha avanzado importantemente, logrando una mejor clasificación de la enfermedad, entendiendo con mayor claridad el origen de la enfermedad y los diferentes modos de presentación.
Hoy en día, contamos con dispositivos de asistencia mecánica cardíaca que pueden simular y al mismo tiempo reducir el trabajo del corazón de forma artificial para favorecer una mayor probabilidad de recuperación de la enfermedad.
¿Qué dispositivos permiten tratar el choque cardiogénico?
Dentro de estos dispositivos tenemos la bomba de flujo microaxial (Impella / Abiomed) que permite descargar al ventrículo izquierdo succionado la sangre y expulsándola hacia la aorta, de tal forma que se “reduzca el trabajo cardíaco” y al mismo tiempo garantice una mejor perfusión a los tejidos. Otro dispositivo destacado es la membrana oxigenadora extracorpórea (ECMO) que por medio de un circuito cerrado entre el sistema venoso o veno-arterial permite oxigenar la sangre en una membrana externa al cuerpo y recircularla nuevamente dentro del cuerpo, mejorando así la perfusión de los tejidos.
El abordaje de una patología tan compleja como es el choque cardiogénico, requiere de un trabajo multidisciplinario y colaborativo que involucre varias subespecialidades de la cardiología (intervencionista, insuficiencia cardíaca y trasplante, intensiva cardiovascular), medicina crítica y cirugía cardiovascular, conocido con el término de “equipos de choque”.
Los equipos de choque contribuyen al apego a lineamientos y algoritmos de manejo estandarizados que permitan tener resultados reproducibles y satisfactorios y que hoy en día se ha demostrado con evidencia científica que mejoran la probabilidad de sobrevida de estos pacientes.
Importancia de un registro de choque cardiogénico interinstitucional en México
En México, no existe actualmente una estadística real con respecto a la mortalidad del choque cardiogénico en las diferentes instituciones públicas y privadas. Tenemos una heterogeneidad en el diagnóstico, abordaje y manejo de la patología, basado principalmente en las herramientas disponibles de cada centro.
Tratar la patología requiere de capacidad económica debido a lo costoso de los dispositivos de asistencias ventriculares, hospitalización, trasplante, entre otros. Por eso es tan relevante obtener una radiografía actual de la estadística y situación con respecto al choque cardiogénico en México, y para ello necesitamos un registro nacional interinstitucional.
Un registro de salud es un sistema organizado que utiliza métodos observacionales de estudio para la colección, almacenamiento, análisis y difusión de información con respecto a una patología o condición de salud. El proceso de documentación de datos longitudinales para cada paciente con choque cardiogénico es de suma importancia para el entendimiento del estado actual en México.
Debemos de sumar esfuerzos y colaborar desde las perspectivas públicas y privadas para generar conocimiento, entendimiento de las fortalezas y deficiencias y que esto permita mayor integración de los sistemas de salud para abordar el choque cardiogénico. La investigación clínica propia de la población mexicana es importante documentarla para obtener más herramientas en el tratamiento de la enfermedad, más allá de los datos obtenidos de publicaciones de otros países que no necesariamente reflejan al tipo de pacientes que atendemos en México.
Finalmente, un registro nacional de choque cardiogénico va a facilitar el entendimiento de las necesidades indispensables que existen para cubrir la brecha en la atención de los pacientes gravemente enfermos, y poder incidir en políticas públicas en salud que nos permitan contribuir a mejorar la sobrevida de la población mexicana.