Las fracturas en niños son una de las consultas más frecuentes en la práctica ortopédica, y es importante comprender sus características, síntomas y tratamientos para brindar la mejor atención posible a nuestros pacientes.
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¿Qué son las fracturas en niños y por qué ocurren?
Una fractura se define como la rotura de un hueso. En los niños, los huesos son más flexibles y menos densos que en los adultos por lo que absorben mejor los golpes, sin embargo, se estima que entre el 40% y el 60% de los niños sufrirán al menos una fractura antes de los 16 años, por eso es tan importante reconocer cuáles son las más comunes, cómo evitarlas y si ya ocurrieron, saber cuáles son los pasos a seguir.
Las fracturas más comunes en niños
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las fracturas más comunes en nuestros niños mexicanos son:
- Fracturas de brazo: Representan alrededor del 30% del total de fracturas infantiles. Suelen ocurrir por caídas sobre las manos extendidas
- Fracturas de tobillo: Alcanzan el 25% de las fracturas en niños. Se producen por caídas, torceduras o golpes directos en el tobillo
- Fracturas de clavícula: Constituyen el 15% de las fracturas infantiles. Son frecuentes tras caídas sobre los hombros
- En menor medida, también se observan fracturas en otras zonas como la cadera, el fémur y la columna vertebral.
¿Cuáles son los principales síntomas de una fractura en niños?
Los principales síntomas de una fractura en niños son:
- Dolor intenso en la zona afectada, que empeora al moverla o apoyar peso sobre ella.
- Hinchazón y deformidad visible en el área de la fractura.
- Dificultad para mover la extremidad afectada.
¿Cómo se diagnostican las fracturas en niños?
Ante la sospecha de una fractura, el médico ortopedista realizará una exploración física y solicitará pruebas de imagen, como radiografías, para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo y gravedad de la fractura.
Si ya cuenta con una fractura, ¿cuál es el tratamiento?
El tratamiento de las fracturas en niños dependerá de varios factores, como la edad del niño, el tipo y la gravedad de la fractura, y la ubicación del hueso roto. Las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
- Inmovilización: Es el tratamiento más frecuente y consiste en inmovilizar la zona afectada con un yeso, férula o vendaje especial.
- Reducción cerrada: Si el hueso está desplazado, el médico puede realizar una reducción cerrada, es decir, reubicar los fragmentos óseos sin necesidad de cirugía.
- Reducción abierta: En casos más complejos, puede ser necesaria una cirugía para reubicar los huesos y estabilizar la fractura con placas, clavos u otros dispositivos.
Recuperación de una fractura en niños
La recuperación de una fractura en niños suele ser rápida y completa. Sin embargo, el tiempo de recuperación varía según la gravedad de la fractura y la edad del niño. En general, los niños pequeños sanan más rápido que los niños mayores, pero siempre, para una buena recuperación sí es importante seguir al pie de la letra la recomendación del médico tratante.
Prevención de las fracturas en niños
Si bien las fracturas son comunes en la infancia, existen medidas que podemos tomar para prevenirlas:
- Supervisión adecuada: Es fundamental vigilar a los niños durante sus actividades y juegos para evitar caídas y accidentes.
- Uso de protecciones: Es importante que los niños utilicen cascos, rodilleras y coderas durante la práctica de deportes o actividades que impliquen riesgo de caídas.
- Entornos seguros: Asegurar que el hogar y los espacios de juego estén libres de obstáculos y peligros potenciales.
- Dieta saludable: Una alimentación rica en calcio y vitamina D es esencial para fortalecer los huesos y prevenir fracturas.
Las fracturas en niños son una realidad común, pero con el conocimiento adecuado y las medidas de prevención oportunas, podemos minimizar su incidencia y garantizar una recuperación rápida y completa para nuestros pequeños.
Es importante recordar que la información proporcionada en este texto no sustituye la consulta médica especializada. En caso de sospechar una fractura en un niño, es fundamental acudir al médico ortopedista para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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