En tiempos recientes se ha puesto de moda el concepto anglosajón de skin care o cuidado diario de la piel con productos dermatológicos.
En mi práctica cotidiana como dermatólogo recibo muchos pacientes con piel sana quienes solicitan una rutina de cuidado de su piel de acuerdo a las características individuales, quienes buscan básicamente la prevención de enfermedades cutáneas y esencialmente detener el envejecimiento prematuro de la misma.
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Esta práctica es una de mis favoritas, toda vez que al revisar la piel del paciente e interrogar su estilo de vida o la presencia de enfermedades subyacentes con impacto en la piel como puede ser diabetes, o estilo de vida, hábitos, alimentación, tabaquismo, entre otros, es que podemos decidir qué rutina implantar en pacientes para el mantenimiento óptimo de la barrera cutánea.
Los puntos fundamentales a tomar en cuenta son el tipo de piel ya sea seca, mixta, grasosa y/o sensible para, con todos esos elementos, diseñar un traje a la medida para el paciente.
¿Cómo tener un buen skin care?
Los elementos del "skin care" o cuidado diario se basan en lo que usa el paciente para asear su cara y los puntos clave son la hidratación y protección contra el sol, así como el uso de cremas nocturnas con sustancias y nutrientes que favorecen una piel de calidad y aspecto saludable.
Aquí se incluyen también algunos suplementos por vía oral y vitaminas, además de recomendaciones para un estilo de vida saludable como la dieta balanceada, practicar ejercicio moderado, evitar el consumo de tabaco y procurar manejo de estrés, todo ello claro con la insistencia de la disciplina y constancia en la aplicación de los productos para obtener los resultados deseados.
Y es que dentro del plan de skin care se incluye también el cuidado del cabello con soluciones tales como champús y suplementos por vía oral.
Uno de los conceptos con los que como dermatólogos nos cuesta más trabajo es convencer a los pacientes en relación con la cantidad de productos que debe contener un "skin care" ya que se ha difundido por cuestiones mercadológicas que un skin care debe contener múltiples productos que en ocasiones son difíciles de aplicar durante el día, porque requieren tiempo y es complicado su uso.
Ante ello es importante hacer saber al paciente que las rutinas eficaces de tres o cuatro pasos son lo ideal, porque promueven el cumplimiento terapéutico y son menos costosas.
Es importante el cuidado de la piel, el pelo y las uñas, ante lo cual se debe acudir con el dermatólogo de confianza para un chequeo por lo menos una vez al año y con ello se te podrá diseñar una rutina de cuidado racional que sea compacta, eficaz, y financieramente adecuada.
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