En 2024, Oxford University Press seleccionó “brainrot” como el término del año, un concepto que pone en el centro de atención los posibles efectos negativos del uso excesivo de dispositivos electrónicos en las capacidades cognitivas de los jóvenes. Aunque no es un diagnóstico médico ni está reconocido como una enfermedad mental, el “brainrot” resume una preocupación global: la aparente tendencia a experimentar fallas cognitivas debido a la sobreexposición a la vida digital.
¿Qué es “brainrot”?
El término, que literalmente significa “pudrición cerebral”, se usa en redes sociales para describir lapsos de memoria, dificultades para concentrarse y problemas para realizar tareas simples tras largos periodos de uso de dispositivos electrónicos. Aunque se trata de una expresión coloquial, muchos jóvenes se identifican con esta sensación de fatiga mental que, según expertos, podría estar relacionada con la saturación de información y la multitarea constante.
Te podría interesar
A pesar de las inquietudes, hasta la fecha no existen estudios que validen el “brainrot” como un trastorno clínico o de salud mental. Sin embargo, la ciencia sí respalda que el uso excesivo de dispositivos puede afectar el cerebro. Investigaciones previas han demostrado que el tiempo prolongado frente a pantallas puede disminuir la capacidad de concentración, aumentar los niveles de estrés y alterar los patrones de sueño, factores que repercuten en el rendimiento cognitivo.
El “brainrot” se relaciona con el diseño de las tecnologías digitales. Las plataformas de redes sociales y las aplicaciones móviles están optimizadas para captar y mantener nuestra atención durante el mayor tiempo posible, utilizando notificaciones constantes y diseños atractivos que generan una recompensa inmediata. Esta sobrecarga de estímulos puede dificultar el procesamiento profundo de la información y fomentar hábitos de pensamiento superficial.
Por otro lado, la multitarea digital —como alternar entre responder mensajes, ver videos y trabajar— sobrecarga nuestra memoria de trabajo y disminuye la eficiencia cognitiva. La falta de descansos adecuados también contribuye al agotamiento mental.
Así puedes disminuir el "brainrot"
Aunque el “brainrot” no sea un trastorno diagnosticable, abordar sus síntomas puede ser clave para mejorar nuestra calidad de vida. Estas son algunas recomendaciones respaldadas por especialistas:
- Establecer límites de tiempo frente a las pantallas: Fijar periodos máximos para el uso de dispositivos electrónicos puede ayudar a reducir la sobreexposición. Por ejemplo, evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir favorece un sueño más reparador.
- Practicar descansos regulares: Utilizar la técnica Pomodoro o pausas de 5 a 10 minutos cada 25-30 minutos de trabajo digital puede aliviar la fatiga mental.
- Priorizar actividades fuera de línea: Fomentar hábitos como leer libros en formato físico, practicar deportes o salir a caminar no solo ayuda a despejar la mente, sino que también fortalece las habilidades cognitivas y sociales.
- Entrenar la atención plena: Prácticas como la meditación o el mindfulness mejoran la capacidad de concentración y reducen el estrés relacionado con la vida digital.
- Mantener una dieta saludable: Una alimentación rica en nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3 y antioxidantes promueve el funcionamiento óptimo del cerebro.
El “brainrot” pone en evidencia los desafíos de vivir en un mundo hiperconectado. Si bien el término puede sonar alarmante, también es un llamado a la acción para encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y el cuidado de nuestra salud mental. En una época en la que los dispositivos electrónicos son indispensables, desarrollar hábitos digitales saludables es esencial para preservar nuestras capacidades cognitivas y nuestro bienestar general.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok