La dermatología, hasta hace unos cuantos años, se consideraba que solo afectaba la piel y que no había enfermedades cutáneas que pusieran en riesgo la salud y la vida. Nada mas alejado de la realidad, existen muchas entidades cutáneas, tanto en niños como en adultos que comprometen el estado de bienestar y que pueden llegar a poner el riesgo la vida.
En niños y adultos es importante considerar sobre todo las reacciones secundarias a fármacos, como el Síndrome de Stevens Johnson y la Necrolisis Epidermica tóxica, enfermedades que afectan toda la piel del cuerpo o casi toda, además de mucosas de ojos, boca y genitales. Son entidades en donde se desprende la capa mas superficial piel dejando grandes zonas descubiertas, por las cuales se pierde agua y electrolitos, proteinas y otros nutrientes, lo que lleva al paciente a una perdida de la homeostasis, ademas de que genera mucho dolor, y al ser la piel una cubierta perfecta, cuando ésta se altera o se rompe aumenta la posibilidad de infecciones graves, siendo la complicación mas temida, pues lleva a los pacientes a la muerte.
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Tambien existen enfermedades autoinmunes tanto en ninos como en adultos, donde el organismo genera autodefensas contra componentes de la piel, provocando grandes ampollas y esfacelos de piel, que al igual que las reacciones medicamentosas comprometen la vida. Estas son difíciles de diagnosticar y de controlar, muchas veces ameritan manejo hospitalario.
Otro capítulo importante son las úlceras cutáneas, que tiene diferentes causas, pero que en esta sesión se abordaron aquellas secundarias a enfermedades autoinmunes.
Difícil en esta situación, el diagnóstico y el tratamiento, para lo cual debemos pensar que exiten muchas enfermedades que pudien conducir a la formacion de úlceras, por el compromiso en la irrigación sanguínea o en la destrucción de vasos secundarios a la misma enfermedad. El tratamiento de éstas es complicado, requiere de varios exámenes de laboratorio y gabinete así como de la o las biopsias de piel para estudios de rutina, de inmunofluorescencia y de inmunohistoquimica.
El abordaje de este tipo de enfermos requiere exámenes de laboratorio y gabinete, pero más importante aún es el estudio histológico y la correlación clínico patológica, que es escencial en estos casos. Es justo la biopsia de piel, la que nos ayuda a llegar al diagnóstico cuando existen varios diferenciales en el abordaje.
El estudio y tratamiento de estos pacientes, la mayor parte de las ocasiones requiere de manejo multidisciplinario y en unidades de terapia intensiva.
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