La Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos explica que la enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la acumulación de grasa en el hígado que no es causada por consumir demasiado alcohol y para revertirla es fundamental tener una alimentación adecuada.
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En México, 49.6% de la población adulta padece hígado graso no alcohólico. Este problema de salud es alarmante y se ha incrementado en los últimos años, afectando a una gran parte de la población.
¿Cuáles son los alimentos que debes consumir para revertir el hígado graso no alcohólico?
La elección consciente de lo que llevamos a nuestro plato puede modular la inflamación, reducir la resistencia a la insulina y promover la movilización de la grasa acumulada en el hígado.
Incorporar de forma regular ciertos alimentos con propiedades específicas puede marcar la diferencia entre la progresión y la regresión de la enfermedad:
- Pescado y mariscos
Los pescados grasos como el salmón, la caballa, las sardinas y el atún son tesoros nutricionales por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, específicamente EPA y DHA. Estos compuestos no son simplemente "grasas buenas"; son potentes agentes antiinflamatorios que actúan directamente sobre el hígado.
Diversos estudios demuestran que el omega-3 reduce los niveles de triglicéridos en la sangre (disminuyendo así la llegada de grasa al hígado), combate la inflamación característica de la esteatohepatitis y puede mejorar la sensibilidad a la insulina. Se recomienda su consumo al menos dos veces por semana, preferentemente cocinados al horno, al vapor o a la plancha.
- Nueces
Un puñado diario de nueces, almendras o nueces de Brasil puede ser un snack estratégico para la salud hepática. Estas semillas son ricas en ácidos grasos insaturados, fibra y, de manera crucial, en vitamina E, un antioxidante liposoluble que protege específicamente las células del hígado (hepatocitos) del daño oxidativo causado por la grasa acumulada.
- Aguacate
El aguacate es rico en glutatión, un antioxidante maestro que el hígado utiliza para desintoxicar el organismo y neutralizar radicales libres. Incluir medio aguacate en ensaladas o como sustituto de mayonesas o cremas contribuye a mejorar la calidad global de la dieta y a brindar protección hepática.
- Aceite de oliva extra virgen
El aceite de oliva extra virgen es quizás el alimento más estudiado y respaldado para combatir el hígado graso no alcohólico. Su riqueza en polifenoles, como la oleuropeína y el hidroxitirosol, le confiere una potente acción antioxidante y antiinflamatoria que reduce directamente el estrés oxidativo en el hígado.
- Verduras
Espinacas, acelgas, rúcula, brócoli y alcachofas son bajas en calorías, pero altísimas en nutrientes clave. Su fibra soluble ralentiza la absorción de azúcares y grasas, mientras que compuestos como la clorofila y una amplia gama de flavonoides ayudan a desintoxicar y a reducir la inflamación.
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