La calabaza está asociada a Día de Muertos y Halloween y es que su temporada coincide con estas fechas y es por eso que es cuando más se consume, sin embargo, pocas personas conocen sus verdaderos beneficios para la salud.
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En el mundo de la nutrición, a menudo pasamos por alto alimentos comunes que esconden propiedades extraordinarias. La calabaza, con su vibrante color naranja y su dulce sabor, es uno de estos casos paradigmáticos. Más allá de su uso en postres y decoraciones, esta versátil hortaliza ha sido cultivada durante siglos no solo por su sabor, sino también por sus reconocidas virtudes medicinales en diversas culturas ancestrales.
Los beneficios que aporta la calabaza para la salud
Incorporar calabaza a nuestra alimentación es una de las decisiones más inteligentes que podemos tomar para cuidar nuestra salud y estos son algunos de sus beneficios:
- Fortalece la visión
El característico color naranja de la calabaza es una señal inequívoca de su alto contenido en betacarotenos, unos compuestos que nuestro cuerpo transforma en vitamina A. Esta vitamina es fundamental para la salud ocular, ya que protege la córnea y previene enfermedades como las cataratas y la degeneración macular. Además, la calabaza es rica en luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que actúan como un "bloqueador solar" natural para nuestros ojos. Su consumo habitual ayuda a filtrar los dañinos rayos de luz azul y protege las células de la retina del estrés oxidativo, preservando una visión nítida y saludable por más tiempo.
- Beneficia al corazón
La salud cardiovascular encuentra un gran apoyo en la calabaza. Su notable contenido de potasio es esencial para contrarrestar los efectos del sodio en el organismo, ayudando a relajar las paredes de los vasos sanguíneos y, en consecuencia, a reducir la presión arterial alta. Asimismo, la pulpa y, especialmente, las semillas son ricas en fibra y antioxidantes como la vitamina C, que combaten la inflamación crónica y ayudan a reducir los niveles del colesterol "malo" (LDL). Este combo de nutrientes contribuye a prevenir la aterosclerosis (el endurecimiento de las arterias), disminuyendo significativamente el riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebrovasculares.
- Gran elemento para el sistema inmunológico
Consumir calabaza es como darle a tu cuerpo un multivitamínico natural. Su riqueza en vitamina A, vitamina C y vitamina E la convierte en un trío explosivo para fortalecer las defensas. La vitamina C estimula la producción y la función de los glóbulos blancos, nuestras primeras líneas de defensa contra infecciones. Por su parte, la vitamina A es crucial para mantener la integridad de la piel y las mucosas, que actúan como barreras físicas contra los patógenos. Incluir este alimento, especialmente en temporadas de frío, puede ser una estrategia sencilla y efectiva para ayudar a nuestro organismo a combatir virus y bacterias con mayor eficacia.
- Favorece la digestión
Gracias a su alto contenido en fibra dietética, la calabaza es una excelente promotora de la salud digestiva. La fibra añade volumen a las heces, facilitando su tránsito por el intestino y previniendo el molesto estreñimiento. Además, actúa como un prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas de nuestro microbiota intestinal. Por otro lado, su combinación de fibra y agua genera una potente sensación de saciedad, lo que ayuda a controlar el apetito y a reducir la ingesta calórica total durante el día. Esto, sumado a su baja densidad calórica, la convierte en un alimento ideal para incluir en planes de alimentación orientados a la pérdida o el control de peso.
- Cuida a la piel
Los mismos betacarotenos que protegen tus ojos también realizan maravillas en tu piel. Este compuesto actúa como un antioxidante que neutraliza los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas. Al ser convertido en vitamina A, promueve la renovación celular y ayuda a mantener la piel suave y elástica. Muchos de los nutrientes de la calabaza, como la vitamina C, son esenciales para la producción de colágeno, la proteína que da estructura y firmeza a la piel. Incluirla en tu dieta te ayudará a lucir una piel más hidratada, joven y con un brillo saludable desde el interior.
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