El cáncer intestinal afecta al intestino delgado, que forma parte del sistema digestivo y es un tubo largo que conecta el estómago con el intestino grueso. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos menciona que es un cáncer poco frecuente, sin embargo, estudios demuestran que hay cierto tipo de alimentos que pueden protegernos de su desarrollo.
Los síntomas que podrían alertarnos de un cáncer intestinal, incluyen el dolor abdominal, la pérdida de peso sin razón aparente, notar sangre en las heces y detectar masas o bolas que crecen en el abdomen.
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No existe una sola causa que se relacione con este tipo de cáncer, pueden influir varios factores, incluyendo tener pólipos en el colon, sufrir enfermedad celíaca o de Crohn y tener una dieta rica en grasas y baja en fibras vegetales.
El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos detalla que cuando hay factores de riesgo, es importante hacerse estudios diagnósticos incluso si no hay síntomas, los cuales incluyen procedimientos que permiten crear imágenes del intestino delgado y el área que lo rodea. Entre ellos destacan pruebas de sangre, endoscopia, biopsia y tomografía.
¿Cómo prevenir el cáncer intestinal?
Un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro RIKEN de Ciencias Médicas Integrativas en Japón, encontró que algunos antígenos alimentarios, específicamente los que están en ciertas proteínas, pueden suprimir el desarrollo de tumores en el intestino delgado.
Lo primero que debes entender es que los antígenos alimentarios tienen una mala fama porque se les relaciona solo con las reacciones alérgicas a los alimentos, sin embargo, pueden tener algunos beneficios en ciertos casos.
El estudio publicado en la revista científica Frontiers in Immunology señala que algunos antígenos alimentarios, concretamente los de proteínas presentes en la carne y la leche, pueden suprimir el desarrollo de tumores en el intestino delgado.
No significa que simplemente con comer estos alimentos se reduce el riesgo de cáncer, más bien, se observó en el estudio que los componentes de estos alimentos pueden suprimir la tumorogénesis en el intestino delgado.
Esto significa que las proteínas presentes en los mencionados alimentos, activan al sistema inmune intestinal, lo que puede detener de forma eficaz el nacimiento de nuevos tumores.
Algo que los investigadores subrayan es que si bien las proteínas de la carne y la leche pueden activar células inmunitarias en el intestino delgado, no lo hacen en el intestino grueso.
¿Cómo ayudarán estos hallazgos a los pacientes?
La importancia de estos hallazgos destaca porque puede dar una guía en cómo debe ser la alimentación de las personas con factores de riesgo para cáncer intestinal, principalmente aquellas que tienen pólipos, síndrome de intestino irritable o enfermedad de Crohn.
“Los tumores del intestino delgado son mucho más raros que los del colon, pero el riesgo es mayor en los casos de poliposis adenomatosa familiar y por lo tanto, el uso clínico de dietas elementales para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal u otras afecciones gastrointestinales en estos pacientes debe considerarse con mucho cuidado”, dice Hiroshi Ohno, investigador y autor del estudio.
Las dietas elementales son dietas líquidas donde una persona ingiere nutrientes esenciales al cuerpo de forma predigerida, lo que usualmente se recomienda en casos de alergias alimentarias severas, enfermedades gastrointestinales o problemas de absorción de nutrientes.
Hay personas que por querer bajar de peso o reducir la inflamación del abdomen y las molestias intestinales optan por este tipo de dietas sin la indicación de un especialista, lo que podría ser un riesgo para la salud, según apuntan estos nuevos hallazgos.
El estudio demostró que se pueden evitar nuevos tumores intestinales
En el estudio, los especialistas hicieron pruebas en dos grupos de ratones. A todos les aplicaron un gen que cuando funciona mal, puede producir tumores en el intestino tanto grueso como delgado, lo que a veces ocurre en las personas con poliposis adenomatosa familiar.
Luego, al primer grupo de ratones los alimentaron con comida normal y al otro grupo, con una dieta sin antígenos.
El análisis de los resultados mostró que aquellos que siguieron una dieta normal, tenían menos masas en el intestino delgado que los otros que quitaron los antígenos. Luego, los científicos agregaron albúmina, una proteína de la carne a la dieta sin antígenos y vieron que los tumores también se redujeron.
La conclusión fue que la reducción de los tumores intestinales está directamente relacionada con las proteínas presentes en alimentos como la carne y la leche, pero solo un especialista puede determinar cuál es el mejor tipo de alimentación para ti, especialmente si tienes trastornos gastrointestinales.