Por su sabor, por su color, por su aroma, por sus beneficios, por sus efectos. El café es una bebida preferida por varias personas. Sin embargo, por más pros que le encuentren a esta bebida, algunas personas prefieren evitar tomarla por la ansiedad que puede generarles. Para ello, comenzó a circular el café descafeinado, siendo vendido como la solución a los malestares. ¿Realmente el café descafeinado o la respuesta o puede incrementar ciertos problemas en la salud? Así hablan especialistas.
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“Para algunas personas se trata de: ‘Quiero poder tomar café por la tarde porque me gusta mucho el sabor, pero no quiero estar despierto toda la noche’”, menciona Eric Brenner, director adjunto del Centro de Investigación y Educación sobre el Café de la Universidad A&M de Texas para The New York Times en Español.
De acuerdo con datos de Kantar México retomados por The Food Tech, en 6 de cada 10 hogares mexicanos se acostumbra a beber café, lo que ha mantenido esta bebida caliente en buenas posiciones de ventas durante el segundo trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
¿Qué es más sano: el café o el café descafeinado?
De acuerdo con Café Bonka, el café es originario de Etiopía donde en el siglo XI se encontraron los primeros cafetos, el árbol del café y se descubrieron las propiedades de las semillas encerradas en su fruto. El café recorre un largo camino desde la plantación hasta la taza de café que disfrutamos en casa, en el bar o en la oficina. Una parte fundamental de este proceso se desarrolla en las zonas de cultivo, que son las que marcan la calidad final del café.
FOMAT Medical Research detalla que el café, el té, las bebidas energéticas y los refrescos contienen cafeína. La cafeína es un estimulante natural que se encuentra en diversas plantas, principalmente en los granos de café, las hojas de té y las semillas de cacao. Cuando se consume, la cafeína puede aumentar el estado de alerta, reducir la fatiga y mejorar la concentración. Sin embargo, un consumo excesivo de cafeína puede provocar efectos, entre ellos:
- Aumento del estado de alerta: actúa bloqueando la adenosina, un neurotransmisor que favorece la relajación y la somnolencia
- Aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial: la cafeína puede provocar un aumento temporal de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que podría no ser adecuado para quienes padecen ciertas afecciones médicas
- Posibles alteraciones del sueño: consumir demasiada cafeína cerca de la hora de acostarse puede interferir en los patrones de sueño, provocando insomnio y alteraciones del sueño
- Riesgo de dependencia: el consumo regular puede provocar dependencia de la cafeína, con síntomas de abstinencia, como dolores de cabeza e irritabilidad cuando se reduce el consumo
The New York Times explica que hay varias formas de hacer café descafeinado, pero dos de los métodos más comunes utilizan las sustancias químicas cloruro de metileno o acetato de etilo para extraer y disolver la cafeína de los granos de café. Aunque estas sustancias químicas en la cantidad no son peligrosas, si se entra en contacto con niveles más altos, podría existir un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado y pulmón y daños en el sistema nervioso central.
Tonya Kuhl, directora del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de California en Davis, detalla que una vez que son descafeinados los granos de café, pueden quedar restos de sustancias químicas, pero al tostarse, las sustancias químicas se evaporan casi por completo. Por lo cual, no existen riesgos del café descafeinado, mientras no se exponga directamente y en altos niveles a estas sustancias químicas.
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