¿Existen frutas malas para el hígado graso?

¿Te diagnosticaron hígado graso? Hacer cambios en el estilo de vida es fundamental para revertirlo y evitar sus peligrosos efectos, como la evolución a cirrosis. Consumir frutas y verduras es clave para controlar esta enfermedad, pero debemos tener cuidado de cuáles consumimos. Sigue leyendo para conocer todo al respecto.

MedlinePlus menciona que el hígado graso es una afección en la que se acumula grasa en el hígado, un órgano que ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. 

Existen dos tipos, el hígado graso no alcohólico, causado principalmente por factores como la diabetes y la obesidad y el hígado graso por alcohol, que se relaciona con el abuso de esta sustancia.

La enfermedad de hígado graso suele ser silenciosas, lo que significa que tienen pocos o ningún síntoma. Si se llegan a presentar, incluyen molestias como cansancio o dolor en el lado superior derecho del abdomen.

¿Hay frutas malas para el hígado graso?

El principal tratamiento contra el hígado graso es bajar de peso, ya que así se reduce la cantidad de grasa, la inflamación y el daño en el hígado. No existen medicamentos para curar este padecimiento, la clave está en adquirir hábitos saludables, incluyendo una alimentación balanceada.

Incrementar el consumo de frutas y verduras es importante, pero hay que tener en cuenta que debemos comer en menos cantidad aquellas frutas que sean muy dulces o altas en azúcar, pues de acuerdo con Mejor con Salud, se puede facilitar la acumulación de más grasa. 

Es importante tener presente que todas las frutas contienen fructosa, un azúcar natural. Por su parte, también existe el jarabe de alta fructosa, que se usa mucho en productos como refrescos y jugos.

Cuando consumimos una alta cantidad de fructosa, el cuerpo lo convierte en lípidos o grasas, lo que no es ideal cuando ya tenemos un problema de hígado graso.

Por ello, es ideal que no consumamos productos industrializados altos en azúcares añadidos y que comamos porciones más pequeñas de frutas con más fructosa, como: 

• Mango. Una porción de esta fruta puede tener más azúcar que otras, por lo que es mejor no comerla tan seguido cuando estamos en tratamiento para el hígado graso. Si la comes, limita la porción a media pieza de la fruta.
• Dátiles. Más de la mitad de su porción es azúcar y aunque es deliciosa, lo mejor es consumirlo en pocas cantidades o evitarla, ya que también aporta una alta cantidad de carbohidratos.
• Uvas. Son refrescantes y jugosas, pero pueden ser muy dulces, especialmente si consumimos la uva pasa. Además, algunos estudios apuntan que el resveratrol que contienen no es tan ideal para el hígado cuando ya está dañado, pues aumenta el estrés del órgano.

• Higos. Naturalmente, esta fruta puede tener mucha azúcar así que es mejor no consumirla demasiado, mucho menos en preparaciones como almíbar o mermeladas, ya que la cantidad de azúcar aumenta considerablemente. 
• Piña. Dos rebanadas de esta fruta madura pueden aportar hasta 11 gramos de azúcar, por lo que no es ideal ante el hígado graso. Los jugos hechos a base de esta fruta tampoco son recomendables.
• Plátano. Sobre todo hay que evitar aquellas piezas que están muy maduras, ya que contienen más azúcar. Un plátano mediano puede tener 19 gramos de azúcar, así que procura no comerlo tan seguido o comer solo la mitad.

Recuerda que estas frutas no son el enemigo, pero sí es importante controlar su consumo. Lo más importante es reducir o evitar por completo alimentos altos en grasas y azúcares refinados, como refrescos, jugos, pastelillos, comida chatarra y carnes procesadas.

También debes hacer ejercicio todos los días para perder peso de forma saludable y reducir la grasa en el hígado.

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