Cuidar lo que consumimos es un hábito que mantiene nuestro bienestar físico y mental. Desde aquello que consumimos como entretenimiento hasta aquello que consumimos como información, repercute en nuestro estado. Por ello, cuando se trata de la alimentación también es necesario ponerle atención al detalle y escoger los mejores elementos para nosotros. ¿Qué tipo de alimentación escoger? El neurólogo canadiense John David Spence, profesor en la Universidad Western Ontario recomienda la dieta mediterránea por sus impactos al reducir el riesgo de ictus, reporta 20minutos.
Te podría interesar
“La dieta con la mejor evidencia para la prevención del ictus es la mediterránea de Creta”, explica el especialista.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el ictus en México fue la séptima causa de muerte en población en general al ocasionar 37 mil 453 decesos, la mayoría en hombres mayores de 65 años. En el mundo es la primera causa de discapacidad en personas adultas.
¿Qué es la dieta mediterránea?
Según Fundación Dieta Mediterránea, la dieta mediterránea es una valiosa herencia cultural que representa mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable. Es un estilo de vida equilibrado que recoge recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas.
El portal añade que entre las muchas propiedades beneficiosas para la salud de este patrón alimentario se puede destacar el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes que contiene. Cigna identifica los siguientes beneficios de la dieta mediterránea:
- Prevenir enfermedades cardíacas
- Reducir el riesgo de tener un ataque al corazón
- Reducir el colesterol
- Prevenir la diabetes tipo 2
- Prevenir el síndrome metabólico
- Reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, la depresión y la enfermedad de Parkinson
“Se trata de una dieta con una glucemia baja y un alto contenido en grasas con más del 40% de las grasas procedentes de grasas saludables como los aceites de oliva y de colza, un contenido alto en cereales integrales, frutas, verduras y legumbres”, menciona John David Spence.
Para llevar a cabo la dieta mediterránea, el especialista agrega que conviene evitar las yemas de los huevos y priorizar el pescado o el pollo frente a las carnes rojas, aunque la ración de carne de animal debería ser del tamaño de la palma de la mano. Los cereales, mejor integrales, y quienes tengan un mayor riesgo de ictus, que eliminen de su alimentación los fritos, las grasas trans, cereales refinados y el azúcar.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok