¿Desayunas lo suficiente? Más vale que empieces a hacerlo, pues un estudio de la Universidad de Oviedo y publicado en la revista Nutrients, señala que el volumen de desayuno puede influir en las probabilidades de desarrollar síndrome metabólico.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el síndrome metabólico es el nombre de un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud.
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Es posible tener un solo factor de riesgo, pero a menudo las personas tienen varios de ellos al mismo tiempo. Si se tiene al menos 3, se llama síndrome metabólico, detalla esta entidad de salud. Estos factores de riesgo incluyen:
- Tener demasiada grasa alrededor de la cintura
- Un nivel alto de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre
- Bajo nivel de colesterol bueno o HDL
- Presión arterial alta o hipertensión
- Niveles altos de azúcar en sangre en ayunas
Cuantos más de estos factores tengas, mayor será tu riesgo de desarrollar complicaciones como enfermedad cardiaca, diabetes y hasta accidente cerebrovascular.
¿Cómo influye el desayuno en el síndrome metabólico?
La dieta es uno de los factores que más influye en el desarrollo de síndrome metabólico y un nuevo estudio indica que la cantidad de calorías que ingieres en el desayuno, puede hacer una diferencia en tu riesgo.
Esta investigación muestra que un desayuno adecuado puede disminuir el riesgo de síndrome metabólico, específicamente, se encontró que las personas que no ingieren una proporción correcta de calorías en su primera comida del día, tienen más riesgo de obesidad, hipertensión arterial y diabetes.
Según este nuevo estudio, las personas que ingieren entre un 15 y un 30% de sus calorías diarias durante el desayuno, presentan un menor riesgo de síndrome metabólico. Esta es la primera vez que se estudia la relación entre este padecimiento y el tamaño del desayuno.
Para llegar a estar conclusiones, se analizó a voluntarios, con un subcohorte de 3,644 personas, donde a cada uno, se le realizó un historial de dieta y se le extrajo una muestra de sangre, para conocer su ingesta diaria de carbohidratos, proteínas, lípidos y fibra.
Se observó que la proporción de participantes que sufrían síndrome metabólico era un 38% menor cuando ingerían entre el 15 y el 30% de sus calorías totales del día en comparación con quienes consumían menos o ninguna.
“La termogénesis varía según la hora del día en la que se ingieren los alimentos, de modo que el gasto calórico para absorber, metabolizar y almacenar los nutrientes de los alimentos ingeridos es mayor en las primeras horas del día que en las posteriores”, detallan los investigadores.
Por ello, sugieren que un buen desayuno con alimentos que nos aporten calorías adecuadas es fundamental para aumentar la sensación de saciedad y disminuir la cantidad de comida ingerida en el resto del día.
Además, hay una mejor respuesta a la glucosa lo que a su vez mejora la salud cardiometabólica y protege contra enfermedades como la diabetes.
Medidas contra el síndrome metabólico y sus efectos
En general, es importante mantener un plan de alimentación saludable, donde limitemos la cantidad de grasas saturadas y trans que se consumen, así como elegir una variedad de alimentos nutritivos, incluyendo frutas, verduras, granos integrales y carnes magras
También es fundamental controlar el estrés, hacer actividad física regular y dejar de fumar. Si estas medidas no son suficientes, puede ser necesario tomar medicamentos que solo un médico especialista puede recomendar.
“Si tienes síndrome metabólico o cualquiera de sus componentes, los cambios radicales en el estilo de vida pueden demorar o incluso evitar la aparición de problemas de salud graves”, explica Mayo Clinic.
(Con información de Sports Life, Medline Plus, Mayo Clinic)