La resistencia al cambio forma parte del miedo a la incertidumbre de lo nuevo en nuestras vidas. El cambio despierta emociones complejas, por ello muchas personas reaccionan con resistencia o aislamiento. Comprender los factores detrás de esta resistencia es importante para poder funcionar en todos los aspectos de la vida, así sea en entornos personales como en ámbitos de salud.
"El cambio trae consigo incertidumbre. Como resultado, las personas tienden a evitarlo porque tienen miedo o ansiedad sobre cuál podría ser el resultado. Por eso es tan importante informar a las personas sobre los beneficios y las desventajas asociadas con cualquier cambio planificado", señala Ronald E. Riggio, psicólogo y columnista en Psychology Today (PT).
La incertidumbre genera ansiedad y rechazo. El cerebro anticipa riesgos ante lo nuevo y prefiere mantenerse en lo familiar, incluso si no es lo adecuado para el crecimiento profesional y personal. "Mejor un mal conocido que un bien por conocer", enfatiza un popular refrán de la sabiduría popular mexicana.
El cambio en las decisiones personales
El status quo ofrece seguridad. Algunas personas sostienen que este apego no solo protege hábitos, también funciona como un anclaje a la identidad. En otras palabras, aquello que es común es perfecto para la mente porque proporciona certidumbre en el desarrollo de los acontecimientos.
"Los seres humanos tienden a aferrarse a sus rutinas hasta tal punto que se resisten al cambio porque realmente creen que el status quo es lo mejor", agrega Riggio.
Otro factor para considerar son las experiencias negativas previas pues generan desconfianza y temor en la memoria del ser humano. Si alguien vivió un cambio dañino o frustrante, estará predispuesto a resistirse a nuevas transformaciones.
Es decir, ante el cambio, una persona puede sentir que pierde estabilidad o autonomía. Esa sensación pone en tensión su sentido de seguridad y disminuye la disposición a adaptarse con el entorno. Adicionalmente, este tipo de personas tienen problemas en las interacciones sociales y les cuesta encontrar pareja en un vínculo afectivo.
La confianza en la persona es clave. Si hay desconfianza o falta de credibilidad, la resistencia aumenta por parte del individuo en cuestión. Tienden a no tener amigos y aislarse socialmente porque el apoyo o presión de otros influye. Si el cambio va en contra de normas grupales o valores compartidos por una sociedad/cultura, la persona puede resistirse para evitar el rechazo o la ruptura social.
"Las personas pueden resistirse al cambio porque desconfían de quienes lo propugnan. Pueden dudar de los conocimientos y las credenciales de quienes lo impulsan", enfatiza el psicoterapeuta.
¿Cómo abandonar los sentimientos de resistencia en los cambios de la vida?
Para ayudar a alguien a enfrentar la resistencia al cambio, puedes seguir los siguientes consejos de los expertos en salud mental:
- Comunicar con claridad los beneficios, minimizando incertidumbres.
- Involucrar a la persona en cuestión en la planificación del cambio, dándole voz.
- Apoyar con empatía, reconociendo emociones, pero no sermonear.
- Respetar su ritmo, ofreciendo espacios progresivos de adaptación.
"Motivar a las personas es fundamental para superar la apatía relacionada con el cambio. Centrarse en los resultados deseables de un proceso de cambio puede ayudar a incentivar a los escépticos", sentencia el columnista.
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