CHISME

¿Por qué nos gusta el chisme, según la psicología?

El chisme es una práctica universal que ha intrigado a psicólogos y sociólogos por igual. Pero, ¿por qué nos gusta?

El chisme tiene un papel crucial en la cohesión de los grupos sociales.
Chisme.El chisme tiene un papel crucial en la cohesión de los grupos sociales. Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

El chisme es una práctica universal que ha intrigado a psicólogos y sociólogos por igual. Desde conversaciones informales hasta rumores en redes sociales, hablar sobre los demás parece ser una actividad inherente al ser humano. Pero, ¿qué nos gusta el chisme, según la psicología? Exploramos algunas razones.

¿Por qué nos gusta el chisme, según la psicología?

Según Psicología y Mente, existen algunos motivos del por qué el chisme desempeña un papel crucial como humanos, por ejemplo:

1. Cohesión social y regulación de normas. Tiene un papel crucial en la cohesión de los grupos sociales. Al compartir información sobre otros, las personas refuerzan las normas y valores compartidos, lo que ayuda a mantener la armonía y el orden dentro del grupo. Además, el chisme puede servir como mecanismo de control social, señalando comportamientos inaceptables y disuadiendo a otros de repetirlos. De esta manera, se promueve la conformidad y se fortalece la identidad grupal.

2. Mecanismo de alerta y protección. Desde una perspectiva evolutiva, el chisme ha funcionado como una herramienta de supervivencia. Compartir información sobre posibles amenazas o comportamientos desleales dentro de un grupo permitía a nuestros antepasados tomar decisiones informadas sobre en quién confiar y a quién evitar. Este intercambio de información crítica ayudaba a proteger al grupo de individuos que podrían poner en riesgo su bienestar colectivo.

3. Liberación emocional y entretenimiento. Hablar sobre las experiencias y acciones de otros también puede servir como una válvula de escape emocional. Compartir chismes permite a las personas expresar sus sentimientos, frustraciones o envidias de manera indirecta. Además, el acto de chismear puede ser entretenido y proporcionar una sensación de pertenencia al involucrarse en conversaciones compartidas. Sin embargo, es esencial practicar el chisme de manera responsable para evitar dañar la reputación de otros o propagar información falsa.

El chisme tiene un papel crucial en la cohesión de los grupos sociales. Crédito: Canva.

¿Cuánto tiempo destinamos al chismecito?

La mayoría de los investigadores definen los chismes como hablar de alguien que no está presente y compartir información que no es ampliamente conocida. Y según un análisis realizado por investigadores de la Universidad de California en Riverside, la persona promedio pasa 52 minutos todos los días haciendo exactamente eso, informó CNN.

Sin embargo, la mayoría de nuestros chismes son inofensivos. Alrededor del 15% de nuestras conversaciones implican un juicio negativo, o lo que los investigadores llaman “evaluativo”, pero fuera de eso, la persona promedio solo está documentando hechos. “Este tipo de charla neutral en realidad nos ayuda a construir amistades, comunidad o aprender información que es vital para tener una vida social”, dijo Megan Robbins, profesora de Psicología de la UC en Riverside.

En resumen, el chisme, aunque a menudo visto de manera negativa, cumple funciones sociales y psicológicas significativas. Desde fortalecer la cohesión grupal hasta servir como mecanismo de alerta y proporcionar liberación emocional. No obstante, es crucial ser conscientes del impacto que nuestras palabras pueden tener y utilizar el chisme de manera constructiva y ética.