La creatividad suele asociarse con momentos de inspiración súbita, pero en realidad es un proceso estructurado que ha sido estudiado por décadas. Psicólogos, neurocientíficos y expertos en educación coinciden en que generar ideas implica varias fases mentales que trabajan de forma consciente e inconsciente en nuestro propio cerebro.
Según la doctora en neurociencias Nicole A. Tetreault, hay 5 pasos en el proceso de la creatividad. Por ello, aquí en Sumédico te explicamos cada fase del trayecto mental para concebir una idea.
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1. Preparación: cuando el cerebro recopila información
De acuerdo con la experta, "En esta fase, construyes el músculo donde la forma de arte se convierte en una segunda naturaleza".
En ese sentido, este paso define el problema o reto y se recopila información relevante. Aquí interviene el pensamiento lógico, la investigación y el aprendizaje previo. Leer, observar, preguntar y analizar son acciones clave.
La creatividad depende en gran medida del conocimiento previo y la experiencia acumulada, ya que el cerebro necesita material para establecer nuevas conexiones.
2. Incubación: el poder del pensamiento inconsciente
Esta fase es crucial. El cerebro continúa trabajando en segundo plano mientras la persona realiza otras actividades como caminar, dormir o relajarse.
En esta clase de instantes se activan redes cerebrales asociadas con la imaginación y la memoria, lo que permite reorganizar la información sin presión consciente.
En palabras de Tetreault, "Aquí es donde ocurren conexiones novedosas sin que pienses, y estás en la red de tu imaginación...es una constelación de conexiones que suceden en el fondo de tu mente".
3. Iluminación
Es la etapa más conocida: la idea surge de forma repentina. Sin embargo, este momento es resultado directo del trabajo previo de preparación e incubación.
La creatividad implica la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales, lo que explica por qué la solución aparece de manera inesperada, pero no aleatoria.
"Clásicamente, esto es lo que consideramos creativo. La visión es donde se unen la creatividad, el asombro y el pragmatismo. El momento de la visión divina", enfatizó la neurocientífica.
4. Evaluación: analizar si la idea realmente funciona
No toda idea creativa es útil o viable. En esta fase se evalúa la propuesta, se contrasta con la realidad y se ajusta si es necesario. Aquí regresan el pensamiento crítico y el análisis racional.
Equilibrar creatividad y juicio es esencial para la toma de decisiones efectivas, especialmente en contextos profesionales y de salud mental.
5. Elaboración: convertir la idea en realidad
La última etapa implica esfuerzo, disciplina y constancia. Es cuando la idea se transforma en un proyecto, producto o solución concreta. Muchas ideas se pierden si no se ejecutan adecuadamente.
Desarrollar habilidades cognitivas como la creatividad requiere práctica continua y entornos que estimulen la expresión y la innovación.
Conocer este proceso ayuda a reducir la frustración, mejorar la productividad y fomentar la innovación en el trabajo, la escuela y la vida diaria. Además, diversos estudios relacionan la creatividad con bienestar emocional, reducción del estrés y mejor salud mental.
La creatividad no es un don exclusivo, sino una habilidad que puede entrenarse en cualquier momento de la vida cotidiana.
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