Todas las emociones que vivimos a diario, incluso las desagradables, son útiles y valiosas. La envidia es una de las emociones más rechazadas por la sociedad pero, curiosamente, una de las más comunes, pues todas y todos experimentamos envidia en algún momento.
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La envidia en ocasiones puede resultar funcional y ser el motor para mejorar y superarnos, aunque en otras ocasiones puede ser un indicador de cuidado, más si pensamos que tenemos personas envidiosas a nuestro alrededor. Conoce cinco formas para identificarlas.
No podemos ignorar que hay quienes viven sintiendo envidia de manera permanente. En estos casos, la persona se convierte en alguien con quien es difícil convivir, pues su comportamiento puede afectar nuestro propio bienestar emocional, señala Médico Plus.
Tener cerca a alguien que envidia todo lo que los demás tienen o hacen puede ser agotador y desgastante. A continuación, te contamos algunas de las características de las personas envidiosas y cómo identificarlas.
¿Qué es la envidia?
PsicoActiva señala que la envidia es una forma de experimentar una sensación negativa (enojo, exasperación, indignación, furia, fastidio) que se transforma en sentimientos y luego en pensamientos que no son placenteros. La envidia también hace que una persona desee algo que le pertenece a otra persona, como su habilidad, belleza, dinero, poder o inteligencia, por mencionar algunos ejemplos.
Cuando una persona envidiosa percibe que carece de “algo” experimenta un estado emocional intenso que se puede relacionar con la ira, rabia o tristeza. En Además, por lo general la envidia conduce a un estado placentero si la persona envidiada sufre un evento negativo. Es decir, se disfruta cuando esa persona pierde esos atributos que nos hacen envidiarla, aunque eso no cambie la situación de la persona envidiosa.
¿Cómo identificar a las personas envidiosas?
La envidia es una de las emociones más censuradas y rechazadas por la sociedad, por ello, a muchas personas les cuesta admitir cuando sienten envidia hacia alguien.Reconocer esto implica aceptar que no tenemos algo que anhelamos y, por ello, mostrarnos vulnerables. Es por eso que las personas envidiosas no suelen admitir que se sienten de esta manera, por lo que con frecuencia se trata de ignorar esta emoción.
Algunas de las características de las personas envidiosas son:
- No te dejan o no les gusta que resaltes
A las personas envidiosas no les gusta que las demás personas triunfen. Por eso, cuando alguien cercano conquista una meta, se les hace difícil felicitarle y alegrarse de manera genuina por él o ella.
Cuando una persona siente envidia por un logro tuyo, suelen quitarle importancia a ese éxito de diferentes maneras porque no toleran que esa persona obtenga atención. Por ello, hacen todo lo posible por evitar que el otro pueda brillar y ser protagonista mientras se quedan en un segundo plano.
- Su lenguaje no verbal no encaja con sus palabras
Por lo general, las personas envidiosas intentan por todos los medios disimular su envidia. Sin embargo, esto puede traer como consecuencia conductas falsas, pues sus palabras amables no sintonizan con el lenguaje no verbal.
A través de los gestos, la mirada y la postura corporal decimos mucho más que cuando hablamos. Por eso, atender a estas sutilezas nos permitirá saber si esa persona se alegra de manera genuina por nosotros o no.
- Competitividad
Cuando alguien envidia continuamente a los demás, vive en una constante competición. Cae en las comparaciones una y otra vez y se esfuerza por llevarse el éxito y el protagonismo en todo siempre La necesidad de sentirse superiores les puede llevar incluso a atribuirse el mérito de logros que no les pertenecen en los casos más extremos.
- Desaparece si las cosas van bien
Como vemos, la envidia hace que las personas no acepten el éxito ajeno. Por ello, alguien que se siente de esta manera suele tomar distancia de sus amistades cuando a estas les va bien debido a que les despiertan inseguridades.
- Autoestima contingente
Las personas que demuestran envidia suelen apreciarse a sí mismas por aquello que hacen, tienen o consiguen. De esta manera, su autoestima es contingente, lo que significa que sube o baja de forma variable de acuerdo con las influencias externas y no porque se sientan bien consigo mismas y mismos.
Cuando la autoestima es débil y fluctuante, la persona comienza a ver las virtudes de los demás como una amenaza para sí misma, ya que esto implica que tal vez va a recibir menos protagonismo.
Si en alguna ocasión te encuentras con una persona que cuenta con varias de estas características lo mejor que puedes hacer es alejarte o, en todo caso, platicar con ella y tratar de llegar a un entendimiento mútuo.
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