Investigaciones científicas han encontrado que el cerebro podría ser uno de los mayores responsables y condicionantes para que las personas suban de peso, pero una nueva investigación ha encontrado que los hombres y las mujeres pueden subir de peso por diferentes razones.
Este estudio, sugiere que en cada sexo, pueden existir diferencias entre las funciones y partes del cerebro que se activan, por lo que el aumento del peso y la obesidad, podría deberse a diferentes razones mediadas por estos cambios cerebrales.
Te podría interesar
Los investigadores explican que estos hallazgos pueden ayudar a entender un poco más cómo funciona la obesidad, y por lo tanto serían útiles para poder crear y generar tratamientos contra este padecimiento que puedan ser más eficientes, así como personalizados para cada paciente.
De hecho, sostienen que estos resultados vienen a confirmar que para tratar la obesidad, no debe utilizarse un tratamiento único, y que deberían crearse estrategias dirigidas a cada sexo específico.
La clave del aumento de peso está en el cerebro
Investigaciones previas, han demostrado que el cerebro sería capaz de cambiar los hábitos alimenticios en las personas con obesidad, y una nueva investigación ha demostrado que además podrían generarse más cambios neuronales, dependiendo del sexo del paciente.
El estudio, publicado en Brain Communications, contó con la participación de 183 participantes, algunos con un índice de masa corporal (IMC) alto (78 pacientes), y otros que tenían un índice de masa corporal (IMC) dentro de los parámetros considerados como normales (105).
Los investigadores se dedicaron a evaluar la información de salud de estos participantes para buscar encontrar si es que existían diferencias entre factores diversos en cada sexo, que pudieran relacionarse al desarrollo de la obesidad:
- Historial médico.
- Características clínicas.
- Escaneos e imágenes cerebrales.
- Experiencias de la infancia.
- Hábitos alimenticios.
- Estado de ánimo.
Hombres y mujeres activan procesos cerebrales diferentes
Tras analizar los datos proporcionados, principalmente los de imágenes cerebrales, los investigadores se dieron cuenta de que entre hombres y mujeres con un índice de masa corporal elevada, existían diferencias significativas.
Por un lado, las mujeres con obesidad presentaban cambios en áreas del cerebro vinculadas a las emociones, lo que llevaba a señales que se relacionaban con niveles más altos de comer compulsivamente.
En los hombres, por otra parte, se detectó que los cambios cerebrales que se vinculaban a los comportamientos de alimentación y obesidad, estaban asociados principalmente a sensaciones de los intestinos, como incomodidad abdominal y hambre.
Además, los autores de la investigación se dieron cuenta de que estos cambios y los estímulos cerebrales, se relacionaban a otros factores individuales, como experiencias de vida, la salud mental, y el sentido del tacto.
(Con información de: Brain Communications.)