La clinofilia o clinomanía, es una trastorno de ansiedad poco conocido que no es tan rara como se piensa. Se trata de la tendencia de aquellas personas a no poder salir de la cama sin que padezcan alguna enfermedad física que explique esta dificultad.
¿Qué es la clinofilia?
De acuerdo con el portal Interpsiquis, la clinomanía es una conducta nerviosa que obliga a permanecer en cama durante horas a quien la padece sin que exista una enfermedad que lo justifique. En muchas ocasiones se presenta en pacientes depresivos o ezquisofrénicos, pero no son los únicos casos en los que esto ocurre.
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La clinofilia se considera como un síntoma de diversos problemas psicológicos o trastornos mentales. Esta se asocia más a trastornos de ansiedad.
De acuerdo un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019, 301 millones de personas sufrieron un trastorno de ansiedad, entre ellos 58 millones de niños y adolescentes.
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por miedos y preocupaciones excesivas por trastornos del comportamiento conexos. Los síntomas son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o una discapacidad funcional importantes como no querer salir de cama.
¿Cuáles son sus síntomas?
La clinomanía en muchas ocasiones tiene por consecuencia la ausencia de energía para hacer algo en el día a día, lo que puede llegar a afectar la vida profesional y personal.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Tristeza
- Desmotivación
- Sentimiento de culpa
- Elevados niveles de estrés
- Ansiedad
¿Cómo se trata la clinofilia?
Como se mencionó anteriormente, la clinomanía o clinofilia es un síntoma de diversos problemas psicológicos o trastornos mentales, en ese sentido, la mejor forma de tratarla es asistiendo a terapia psicológica adecuada. Con psicoterapia, los síntomas coginitivos-conductales se verán reducidos.
Existen opciones terapéuticas efectivas que incluyen intervenciones psicosociales o comportamentales; terapia ocupacional o logoterapia, explica la OMS en su portal.
De esta forma, se va consiguiendo que la persona vaya poco a poco recuperando su estado emocional normal, al ir incorporando actividades a su vida diaria, además de lograr que se adquieran otros puntos de vista a la hora de afrontar problemas.
Recuerda que acudir con un especialista en la salud mental es igual de importante que visitar a un médico encargado de síntomas físicos.
(Con información de OMS,Interpsiquis)