El futbol italiano vuelve a estar en el ojo del huracán, ya que el futbolista Sandro Tonali admitió haber apostado en partidos de futbol y dijo padecer ludopatía por lo que pidió ayuda y hoy te diremos de qué se trata esta enfermedad.
Sandro Tonali que tiene 23 años de edad, admitió haber realizado apuestas ilegales de partidos de futbol por lo que podría ser castigado hasta con cuatro años sin poder jugar futbol.
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Nicolo Fagioli es otro futbolista joven que admitió también padecer ludopatía por lo que fue suspendido por siete meses de toda actividad futbolística.
¿Qué es la ludopatía?
La Clínica Mayo señala que la ludopatía es el juego compulsivo, que también se conoce como trastorno del juego, es el impulso incontrolable de seguir apostando sin importar las consecuencias que eso tenga en tu vida. Apostar significa que estás dispuesto a arriesgar algo que valoras con la esperanza de ganar algo de mayor valor.
Esto puede estimular el sistema de recompensa del cerebro de forma similar a como lo hacen las drogas ilícitas o el alcohol, lo que genera adicción. Si tienes un problema con el juego compulsivo, es posible que hagas apuestas continuamente que te lleven a perder, agotar tus ahorros y endeudarte. Es posible que ocultes tu comportamiento e incluso recurras al robo o al fraude para alimentar tu adicción.
El juego compulsivo es una afección grave que puede destruir vidas. Aunque tratar juego compulsivo puede ser desafiante, muchas personas que luchan contra este han encontrado ayuda mediante el tratamiento profesional.
¿Cuáles son los síntomas de la ludopatía?
Los signos y síntomas del juego compulsivo (trastorno del juego) pueden incluir los siguientes:
- Estar preocupado por apostar, como planificar actividades con apuestas constantemente, y por cómo obtener más dinero para apostar
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para sentir la misma emoción
- Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo
- Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas
- Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión
- Intentar recuperar el dinero perdido apostando más (recuperar las pérdidas)
- Mentir a tus familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que juegas compulsivamente
- Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo
- Pedirles a otras personas que te saquen de apuros financieros porque perdiste tu dinero apostando.
La mayoría de los apostadores casuales dejan de apostar cuando pierden o establecen un límite de cuánto dinero están dispuestos a perder. Sin embargo, las personas con un problema de juego compulsivo sienten el impulso de seguir jugando para recuperar su dinero, un patrón que se vuelve cada vez más destructivo con el tiempo. Algunas personas pueden recurrir al robo o al fraude para obtener dinero para apostar.
(Con información de: Mayo Clinic y Medlineplus)