Ser adolescentes es una oportunidad para conocer, aprender y descubrir. Mediante el mar de alternativas, pueden tener experiencias que les permitan crecer a nivel personal y profesional. Sin embargo, en esos momentos de prueba, también pueden existir diversas épocas de errores. Dependiendo de la gravedad del problema, cuidadores elegirán una manera de dar una lección. Una de las maneras que buscan hacerlo es al quitar el celular.
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El debate sobre si quitar el celular es una medida efectiva o no como castigo para los adolescentes es una cuestión que ha generado opiniones encontradas en padres, educadores y expertos en desarrollo juvenil. En la era digital, donde los dispositivos móviles son una parte integral de la vida cotidiana, la decisión de privar a un adolescente de su celular puede tener implicaciones tanto positivas como negativas en su desarrollo emocional, social y académico.
¿Cómo llevar el castigo en un adolescente? ¿Es recomendable quitar el celular como castigo? ¿Cómo hacer que la o el adolescente aprenda sobre el error que cometió? Continúa leyendo esta nota para conocer respuestas a tus preguntas. Recuerda que estos consejos no sólo te servirán para educar a un adolescente, también saber cómo mejorar su relación.
¿Cómo poner límites a un adolescente con el celular?
De acuerdo con Child Mind Institute, amenazar con quitarle el celular a un hijo adolescente puede parecer una buena manera de conseguirlo para hacer algo que ha estado evitando hacer, pero no suele ser una buena opción de castigo. Cuando una persona quita el celular no sólo está quitando un aparato, también está quitando una manera de comunicarse con sus amistades e intereses.
El portal añade que si se quita el celular puede que un adolescente se enoje mucho, siendo contraproducente y perjudicando la relación. Puede que la persona adolescente se niegue a hablar con usted o intente utilizar el celular a escondidas. De hecho, el celular puede parecer tan esencial que considere mentir la próxima vez para proteger su acceso a él.
Compartir en Familia informa que cuando se prohíbe el celular a las y los adolescentes sólo se consigue sentir rencor y también que quieran utilizarlo con más ganas. Además, cuando se les castiga, pero nunca se les da la oportunidad de entender por qué, ni tampoco buscar soluciones a lo sucedido, no aprenderán a manejar su comportamiento y volverán de nuevo a ocurrir al mal comportamiento.
El portal agrega que cuando se educa, las prohibiciones o los castigo no son buenos aliados. En la crianza se necesita asertividad, seguridad, confianza en uno mismo, autorrespeto y sobre todo inteligencia emocional. De esta manera, las y los adolescentes entenderán que cuando les retiramos la tecnología es una consecuencia a su comportamiento, pero no un castigo autoritario sin motivo.
Eresmamá explica que el proceso de crianza es necesario abandonar el enfoque de castigo al adoptar uno basado en consecuencias claras y proporcionales. Si observas que tu adolescente utiliza el celular de manera inadecuada, excede el tiempo de pantalla, opta por maneras donde comprendan el problema más allá de una restricción total. Busca que comprendan las repercusiones de sus decisiones y asuman su responsabilidad.
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