La adolescencia es una etapa donde los seres humanos necesitan un mayor consumo de proteínas, vitaminas y minerales debido a los procesos de desarrollo que atraviesa el cuerpo y la mente. Sin embargo, en la adolescencia también existe el riesgo de que las personas opten por alternativas poco saludables para su organismo. Ante una mayor libertad del horario de comidas y comienzo de independencia financiera, puede incrementar la presencia de alimentos procesados.
En esta etapa también es recurrente el consumo de bebidas alcohólicas o la presencia de hábitos poco saludables, como pasar mucho tiempo sin comer, comer poco o comer en exceso debido a la vulnerabilidad frente a los trastornos alimenticios. Todas estas prácticas a la larga tienen repercusión en el ánimo del adolescente, así como presencia de padecimientos físicos y/o mentales. En esta nota abordaremos cómo la alimentación impacta a las y los adolescentes, así como consejos para crear hábitos saludables.
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¿Por qué es importante llevar una vida saludable durante la adolescencia?
El crecimiento repentino de un adolescente durante este período genera un incremento de nutrientes, especialmente si se lleva a cabo una actividad extra o existe una enfermedad presente desde la infancia. Una alimentación adecuada garantizará en consumo, menciona Cincinnati Children’s. Por su parte, Care explica que la cantidad también dependerá de la edad y el estado nutricional.
Eresmamá informa que la relevancia de una alimentación adecuada recae también en el estado de ánimo, pues diversos estudios han demostrado que una dieta alta en alimentos procesados podría asociarse con un mayor riesgo de depresión y ansiedad, comenzando a manifestarse entre los 6 y 13 años. Al igual, se ha visto el efecto de los alimentos en su consumo emocional provocando atracones y comer sin tener hambre.
Consumer enfatiza en una alimentación saludable en la adolescencia debido a las prácticas insanas afectan a la sincronización de ritmos circadianos y predispone a jóvenes a desarrollar desde muy temprana edad problemas digestivos o enfermedades crónicas, como cardiovasculares u obesidad. Si estos hábitos no son remediados, a lo largo de su vida, la persona tendrá que atravesar por complicaciones de salud.
Para evitar estos escenarios presentados, Stanford Medicine Children’s Health y Cincinnati Children’s enlista los siguientes consejos:
- Involucrar a los hijos en la selección y preparación de comidas. Enseñándoles a elegir los alimentos conforme su valor nutricional
- Realizar por lo menos 60 minutos de actividad física moderada para una buena salud y el estado físico para mantener el peso sano durante el crecimiento
- Alentar a niños y adolescentes a beber líquido con regularidad durante la actividad física y beber varios vasos de agua después de realizar actividad física
- Madres, padres y cuidadores deben servir como ejemplo respecto a las comidas, bebidas y ejercicio
- Dedicar tiempo a las comidas en familia
- Ofrecer alimentos saludables, así como refrigerios y líquidos
(Con información de Cincinnati Children’s, Care, Eresmamá, Consumer, Stanford Medicine Children’s Health)