La influenza, conocida comúnmente como gripe, es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Esta enfermedad puede parecer una infección leve, pero el secretario de Salud de México advierte que cada año causa miles de hospitalizaciones prevenibles mediante la vacunación.
Las vacunas ayudan al sistema inmunitario a producir anticuerpos, que brindan protección contra infecciones específicas. En el caso de la influenza, este proceso es fundamental debido a la facilidad con la que el virus se transmite y muta.
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"La vacuna no produce síntomas de influenza ya que contiene fracciones de virus muertos, que no provocan la enfermedad. Los eventos locales que puedes presentar son mayor sensibilidad en el sitio de aplicación, dolor, enrojecimiento y endurecimiento del lugar donde se aplicó la vacuna (induración)", señala la Secretaría de Salud.
¿Cómo funciona la vacuna contra la influenza?
La mayoría de las vacunas contra la influenza contienen virus muertos o partes del virus, lo que significa que no pueden causar la enfermedad. Su función es mostrarle al cuerpo cómo luce el virus real. En concreto, el virus de la influenza cambia constantemente, por lo que la vacuna se actualiza anualmente para proteger contra las variantes más probables de la temporada.
Una vez aplicada la vacuna, el sistema inmunológico identifica los fragmentos virales como extraños y comienza a producir anticuerpos. Estos anticuerpos son proteínas diseñadas para reconocer y neutralizar al virus invasor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) provoca entre 290 mil y 650 mil muertes por enfermedades respiratorias al año.
"La gripe se propaga fácilmente entre las personas al toser o estornudar. La vacunación es la mejor manera de prevenir la enfermedad. Los síntomas de la gripe incluyen aparición aguda de fiebre, tos, dolor de garganta, dolores corporales y fatiga", enfatiza el organismo internacional.
Además de generar anticuerpos, el cuerpo crea células de memoria. Esto permite que, si más adelante entras en contacto con el virus de la influenza, tu organismo responda de forma más rápida y eficaz. Como la vacuna no contiene virus vivos activos, no provoca influenza. Algunos efectos leves, como dolor en el brazo o fiebre baja, son señal de que el sistema inmunológico está respondiendo.
Por eso, los especialistas recomiendan aplicarla antes del inicio de la temporada de frío, especialmente para:
- Adultos mayores de 60 años
- Mujeres embarazadas
- Personas con diabetes, asma o enfermedades cardíacas
- Personal de salud
A diferencia de otras vacunas, la de la influenza debe aplicarse anualmente porque el virus cambia y la inmunidad disminuye con el tiempo. La vacunación anual es la mejor forma de reducir el riesgo de gripe grave y sus complicaciones.
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