El secretario de Salud, David Kershenobich, declaró que espera una disminución del 7% en el consumo de bebidas azucaradas con el impuesto de 3.8 pesos a los líquidos con azúcar y 1.5 para con cualquier tipo de edulcorante. Además, reconoció que México todavía padece inseguridad alimentaria.
"Tenemos también un problema de inseguridad alimentaria en el país y la inseguridad alimentaria se define como la capacidad limitada o incierta de adquirir alimentos adecuados en forma socialmente aceptables para lograr el acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para el desarrollo de una vida activa y sana", enfatizó Kershenobich durante la presentación de la Comisión EAT-Lancet en la Academia Nacional de Medicina.
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Desde 2020, el país implementó un sistema de etiquetado frontal de advertencia basado en sellos negros que alertan sobre excesos de azúcares, calorías, grasas saturadas, grasas trans y sodio. Esta medida, reconocida internacionalmente, busca ofrecer información clara y directa al consumidor en el punto de compra.
"Puedo decir que por las medidas que hemos implementado (el etiquetado en alimentos e impuestos), el 38% de las personas han modificado sus compras, por ejemplo, para la implementación del etiquetado Eso representa, pues, en ocasiones hasta 5 millones de personas. De ellas, 30.5% eligieron un producto con menos sellos de exceso y 38.7% reportaron no comprar los productos", agregó Kershenobich, en el marco del Informe EAT-Lancet. Hacia sistemas alimentarios saludables, sostenibles y justos.
La importancia del etiquetado de alimentos y bebidas en México
De acuerdo al programa nacional de política pública Hablemos de salud, "Este etiquetado se integra por 5 sellos de advertencia en forma de octágono, que, de manera clara, sencilla y visible indican cuando un producto contiene exceso de nutrimentos e ingredientes críticos como: calorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sodio".
Durante años, los productos envasados contaban con etiquetas poco comprensibles, que requerían conocer porciones, porcentajes y términos técnicos. Por el contrario, lo deseable era que la información nutricional debe presentarse de manera simple, visible y comprensible para guiar elecciones más saludables.
Además, la NOM 051 prohíbe que los envases contengan personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, etc. o elementos interactivos que estén dirigidos a niños y niñas para incitar a consumir, comprar o elegir algún producto.
"El reto que tenemos ahora es cómo transmitir este mensaje que necesitamos más frutas y más verduras dentro de la alimentación", señaló el funcionario federal.
El etiquetado frontal llega como una herramienta más accesible que alerta de manera inmediata cuando un producto contiene cantidades elevadas de nutrientes que, consumidos en exceso, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas. Con el tiempo, la población aprende a identificar patrones alimentarios más saludables.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo debe ser de 7 a 8 porciones de frutas y verduras al día. Los productos con mayor presencia de advertencias en México incluyen bebidas azucaradas, cereales de caja, panes, botanas empaquetadas, embutidos, salsas industriales y comida rápida congelada. Muchos de ellos son ultraprocesados y altamente calóricos.
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