“Hasta que la muerte nos separe”, es la promesa que se hacen muchas parejas y son pocas las que mueren de manera conjunta y hoy te contaremos una historia de una pareja que lo logró.
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Jan y Els se conocieron en jardín de la infancia y su relación literalmente fue para toda la vida, era una pareja que le encantaba moverse y vivieron la mayor parte de su matrimonio en una casa rodante o en barcos.
Durante su juventud, Jan jugaba hockey para la selección juvenil de su país, Países Bajos, luego se convirtió en entrenador y Els estudió para maestra de escuela primaria, ambos compartían amor por el agua, lo que los llevó a vivir en barcos y navegar juntos.
Cuando eran una pareja joven vivían en una casa flotante, después compraron un barco de carga y construyeron un negocio de transporte de mercancías por las vías navegables interiores de Países Bajos.
Juntos tuvieron un hijo que prefirió permanecer en el anonimato, él hizo sus estudios en un internado en el que vivía durante la semana, pero pasaba los fines de semana con sus padres.
En vacaciones escolares, cuando su hijo se encontraba junto con la pareja, buscaban viajes de trabajo que los llevara a lugares interesantes.
Para 1999, el negocio de transporte terrestre se volvió muy competitivo, Jan estaba sufriendo de graves dolores de espalda debido al trabajo pesado que había realizado al cargar más de una década.
Tiempo después, la pareja se compró una autocaravana para explorar nuevos horizontes, a pesar de que Jan fue operado de la espalda en 2003, no mejoró y suspendió un fuerte régimen de analgésicos y ya no podía trabajar, pero Els seguía dando clases.
En ocasiones la pareja hablaba de eutanasia, Jan le dijo a su familia que no quería vivir demasiado tiempo con limitaciones físicas. Fue en esa época que la pareja se unió a NVVE, la organización holandesa por el “derecho a morir”.
Los problemas de salud de Els también aparecieron
En 2018, Els se retiró de la docencia ya que empezaba a mostrar signos tempranos de demencia, pero se negaba a ir al médico, tal vez porque había presenciado el deterioro que generó en su padre el Alzheimer y posteriormente su muerte.
En noviembre de 2022, le diagnosticaron demencia a Els y al saber que su condición no mejoraría, la familia comenzó a hablar sobre la eutanasia en pareja: los dos morirían juntos.
Los problemas de espalda de Jan habían empeorado y tomaba muchos medicamentos que describía que lo hacían vivir como un zombi.
“Con el dolor que tengo y la enfermedad de Els, creo que tenemos que detener esto”, dijo Jan.
La pareja murió junta gracias a la eutanasia
En Países Bajos, la eutanasia y el suicidio asistido son legales si alguien lo solicita voluntariamente, y los médicos deben diagnosticar su sufrimiento físico o psicológico como “insoportable”, sin perspectivas de mejora.
El médico de cabecera de la pareja se negó a colaborar en la eutanasia, por lo que Jan y Els acudieron a una clínica de eutanasia móvil, donde los médicos deben asegurarse de que ningún miembro de la pareja haya tenido influencia sobre el otro.
Luego de pasar por un difícil procedimiento, la eutanasia fue aprobada para la pareja y pasaron sus últimos días en familia para después morir juntos.
“La última hora fue difícil, llegaron los médicos y sucedió rápidamente: siguieron su rutina y luego fue sólo cuestión de minutos”, dijo su hijo.
Fue así como Jan y Els murieron juntos, decidieron dejar de sufrir y fueron ellos quienes decidieron en qué momento hacerlo.
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