ENDOMETRIOSIS

¿Es insoportable tu dolor menstrual? Puede ser endometriosis

Se estima que más de 20 millones de mujeres y niñas en México viven con endometriosis, una enfermedad que se manifiesta con dolor menstrual intenso y que se diagnostica muchos años después del inicio de los síntomas debido a que se normaliza

Debido a que el dolor menstrual se normaliza, el diagnóstico de endometriosis se retrasa varios años.
Debido a que el dolor menstrual se normaliza, el diagnóstico de endometriosis se retrasa varios años. Créditos: Especial
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Jacqueline sufrió de dolor menstrual intenso desde su primer periodo, sin embargo, como muchas mujeres, pensaba que era normal sentirse muy mal en esos días, al grado de no poder levantarse o tener que evitar algunas actividades. Fue hasta hace dos años que supo que la causa de su dolor en la menstruación era en realidad una endometriosis.

De acuerdo con Mayo Clinic, la endometriosis es una enfermedad crónica en la que un tejido similar al que recubre el interior del útero crece fuera de este, afectando con frecuencia ovarios, trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que aproximadamente 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo viven con endometriosis, es decir, 10% de este grupo poblacional.

En México, se estima que más de 20 millones de mujeres y niñas tienen esta enfermedad, lo que equivale a 1 de cada 10.

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Actualmente, Jacqueline tiene 27 años y en redes sociales creó la Red Internacional de Endometriosis, donde busca que otras mujeres que sufren en silencio durante su periodo menstrual se sientan acompañadas y conozcan más de su enfermedad.

“Tenemos que romper el tabú del dolor menstrual, dejar de decir que es normal y que tienes que sufrir en silencio. Sí, hay incomodidad en esos días, pero no tiene que doler al grado de incapacitarte”, señala en entrevista con Sumédico. 

¿Cómo saber que tengo endometriosis?

El principal síntoma de la endometriosis es el dolor menstrual intenso durante el periodo, pero no es el único. De acuerdo con el doctor Eder Rivera Rosas, especialista en ginecología y obstetricia, podemos sospechar de una endometriosis cuando necesitamos de un analgésico durante la menstruación para poder trabajar, hacer ejercicio o ir a la escuela.

También es común que se presente dificultad para embarazarse, dolor en las relaciones y al defecar, dolor o molestias fuera del periodo menstrual, inflamación abdominal, estreñimiento, náuseas, diarrea y dolor al orinar. 

“Hay mujeres que llegan a desmayarse por el dolor tan fuerte durante el periodo”, alerta el doctor Rivera.

Ese fue el caso de Jacqueline, quien relata que empezó con los síntomas de endometriosis desde el primer ciclo menstrual, pero se intensificaron a partir de los 17 años.

“A esa edad tenía dolores tan fuertes que me llegaba a desvanecer. Por esta situación también tuve que cancelar muchas actividades, era un dolor súper incapacitante”, dice la joven.

Jacqueline era bailarina pero por su dolor, no podía disfrutar de esta actividad y ni siquiera pudo ir al viaje de graduación de su escuela. También sufría de fatiga extrema constantemente y dolores de espalda. 

“El problema es que lo normalizaba, siempre me dijeron que era normal que yo tuviera esos síntomas”, agrega.

Además del dolor, Jacqueline siempre tuvo dismenorrea, es decir, sangrado abundante en el ciclo menstrual así como fuera del mismo.

“Recuerdo una vez en el trabajo, al levantarme de mi escritorio sentí un ‘bajón’ y apenas pude llegar a mi coche; al tocarme las piernas sentí un sangrado muy abundante, que se acompañaba de dolor e incomodidad, no se lo deseo a nadie”, recuerda.

Factores de riesgo de la endometriosis

No se conoce cuál es la causa exacta de la endometriosis, pero se ha visto que influyen factores como empezar a menstruar a una edad temprana, pasar por la menopausia a una edad avanzada, tener ciclos menstruales de menos de 27 días o periodos muy abundantes de más de siete días. 

Los antecedentes familiares también influyen, pues tener una o más familiares con endometriosis, como una hermana, tía o la mamá, aumenta el riesgo de padecerlo.

El ginecólogo Rivera destaca que la endometriosis es común en la edad reproductiva de la mujer, manifestándose desde la primera menstruación entre los 9 y 11 años, pero puede comenzar también después de los 30 o incluso, en la menopausia. 

“Vemos pacientes de 20 años en promedio, pero muchas tardan hasta 15 años en recibir un diagnóstico porque, aunque se sienten con mucho dolor desde su primer periodo, los síntomas se normalizan”, lamenta el experto.

En ese sentido, Jacqueline menciona que un grave problema es que la gente e incluso los médicos no entienden lo que se vive con la endometriosis. “Creen que estamos exagerando cuando no queremos salir o compartir actividades sociales por el dolor, pero realmente es incapacitante”. 

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“Durante muchos años visité muchos hospitales y fui con distintos doctores y siempre me dijeron que era normal mi dolor, pero yo sabía que algo no estaba bien, no podía ser normal desmayarse por dolor ni poderme levantar de la cama”, relata. 

Cuando recibió el diagnóstico de endometriosis sintió un poco de alivio, pues pudo ponerle nombre a sus síntomas e informarse sobre el tema. 

“Pude demostrar que no estaba loca y que se trata de un problema que en verdad te golpea muchísimo, aunque también me di cuenta que es una enfermedad poco conocida a pesar de sus consecuencias en las mujeres, por que más que un dolor de vientre, te incapacita para hacer tu vida diaria y limita tus metas”.

La endometriosis dificulta el embarazo

De acuerdo con información de Mayo Clinic, una de las limitaciones que conlleva la endometriosis es el poder quedar embarazada, pues se estima que hasta la mitad de mujeres con este padecimiento tienen muchas dificultades para concebir.

La razón es que la endometriosis puede bloquear las trompas de Falopio e impedir que el óvulo y el espermatozoide se unan.

“A muy corta edad me dijeron que jamás iba a poder tener hijos, ni siquiera por métodos como in vitro, los doctores fueron muy crueles. En general la atención en este padecimiento siempre es muy fría, cuando lo que más necesitamos es contención”, dice Jacqueline. 

“A pesar de mi endometriosis y otras complicaciones logré quedar embarazada, pero a las pocas semanas me dijeron que el corazón de mi bebé ya no latía”.

¿Cómo se diagnostica y se trata la endometriosis?

La recomendación del doctor Eder Rivera es que en cuanto se detecten síntomas de endometriosis se acuda de inmediato al ginecólogo, ya que es el especialista que trata esta enfermedad. 

Sin embargo, destaca que debido a que la endometriosis puede afectar no solo el útero, sino la vejiga y hasta los intestinos, es necesaria una atención multidisciplinaria, donde participe el urólogo, fisioterapeuta pélvico, coloproctólogo y nutriólogo. 

El diagnóstico se hace por medio de un mapeo que consiste en dos estudios: el ultrasonido transvaginal y el ultrasonido abdominal. El doctor Rivera señala que también se puede realizar una resonancia magnética, donde la paciente toma una pastilla para disminuir el movimiento intestinal y se ven los órganos pélvicos. 

El diagnóstico de Jacqueline se consiguió gracias a que realizaron un mapeo a través de una cirugía laparoscópica y se confirmó que era endometriosis.

“De hecho, se confirmó que tengo endometriosis, adenomiosis e hidrosalpinx, una enfermedad que consiste en la acumulación de líquido en las trompas de Falopio, lo que las dilata y obstruye”, relata la joven.

Jacqueline vive con endometriosis pero tardó años en recibir su diagnóstico.

A sus 27 años, Jacqueline vive sin dolor gracias a que recibió un tratamiento que consistió en una cirugía para retirar toda la endometriosis y los quistes, sin embargo, menciona que es muy agotador vivir con esta enfermedad. “No solo físicamente, sino emocionalmente, te desgasta demasiado y acarrea otros problemas que se van agravando, peor si la enfermedad se detecta en etapas avanzadas, lo cual es muy común”.

Una de las claves para que el tratamiento de endometriosis sea exitoso, es acompañarlo con cambios en el estilo de vida y para Jacqueline fue de mucha ayuda hacer ejercicio y mejorar su alimentación.

“No consumo gluten, tampoco nada de alcohol, lácteos ni productos enlatados, ahora consumo muchas frutas y verduras y eso me ha ayudado a sentirme mucho mejor, con menos inflamación y dolor” 

De hecho, solo si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, se puede requerir de un procedimiento quirúrgico que consiste en quitar el tejido que está afectando a los órganos por la enfermedad, según explica el doctor Eder Rivera.

Debemos dejar de normalizar el dolor menstrual 

Gracias a su experiencia con la enfermedad y al conocer la historia de otras jóvenes, Jacqueline asegura que se debe eliminar la idea de que el dolor en la menstruación es normal, no solo en las mujeres, también en el personal médico.

“Es importante que aprendan sobre la enfermedad porque casi no hay especialistas en endometriosis, constantemente confunden los síntomas con problemas de la vesícula o piedras en el riñón. Merecemos tener un diagnóstico y tratamientos oportunos”, afirma. 

Además, invita a otras mujeres a unirse a grupos de apoyo donde se comparten experiencias con la endometriosis, ya que el apoyo y la contención son fundamentales entre pacientes. 

“Es muy lindo tener estos espacios porque hay mujeres que simplemente quieren hablar con alguien más sobre cómo se sienten y sentirse escuchadas, aunque también me he encontrado con casos muy tristes de mujeres que ya se operaron más de 10 veces y no tienen mejoría, porque el personal de salud no está capacitado y creen que la cirugía es la única opción, cuando se deben probar más cosas antes, como un estilo de vida más saludable”.

Jacqueline creó en redes sociales una Red Internacional de Endometriosis

Mediante su canal llamado Red Internacional de Endometriosis, Jacqueline comparte información de especialistas en el tema y brinda un espacio seguro para compartir las vivencias con este padecimiento.

 “Mi historia me hizo luchar por muchas mujeres, porque todas merecemos vivir sin dolor y recibir un diagnóstico a tiempo”, señala y concluye recalcando este mensaje:

“No dejes que ningún médico o familiar te diga que es normal en las mujeres, no descanses hasta encontrar a un experto que no minimice tu dolor ni tus síntomas, no decaigas, tienes fuerza y no estás sola”, concluye.