Recientemente, un equipo de científicos del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (Lansbiodyt), de la Facultad de Ciencias (FC), ganó el premio del jurado del Programa de Incubación para Emprendimientos Científicos en Salud 2023 (PIECS) con el proyecto Unidad versátil de análisis de biomoléculas para detectar virus de papiloma humano (VPH).
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Tatiana Fiordelisio Coll, responsable del Lansbiodyt y encargada de coordinar al grupo de 30 científicos multidisciplinarios que desarrollaron este análisis, detalló que mediante un programa intensivo lograron encontrar el problema de salud en el cual podían aportar el mayor valor, detalla Gaceta UNAM.
Prevalencia de VPH en México
“En este proceso de investigación nos dimos cuenta que más del 70 % de las mujeres en México no se hacen jamás la prueba de papanicolaou para detectar papiloma, son más o menos 23 millones; eso conlleva a tener un alto porcentaje de muertes por cáncer cervicouterino. Es evidente que tenemos que aportar a eso, porque es un cáncer prevenible si se detecta a tiempo”, detalla Tatiana Fiordelisio.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS), para 2020 el cáncer cervicouterino en México fue el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte en mujeres, con un estimado de 9 mil 439 nuevos casos y 4 mil 335 muertes.
En busca de pruebas de VPH dignas y poco incómodas
Una de las razones por las que el equipo de investigación decidió abordar el tema de las pruebas de VPH fue que la prueba que se hace con mayor frecuencia es el papanicolau, mismo que presenta diversos problemas en México.
“La toma de muestra la hace un ginecólogo y la mayoría son hombres. Ir al ginecólogo todavía es, en muchas partes de nuestro país, un tabú; muchos maridos, novios, no dejan que las mujeres vayan a que las revise otro hombre. Y las mismas mujeres no están dispuestas tampoco”, detallan los expertos.
Así mismo, otro punto a considerar es que la toma de muestra en sí misma es incómoda, desagradable para muchas mujeres y personas con útero. Aunado a que no hay ginecólogos en todos lados, todo esto representa un enorme filtro para que mucha gente no se haga la prueba.
Para la investigadora, otra problemática es que el papanicolau es una prueba citológica y resulta subjetiva al depender de las habilidades y conocimientos de quien la hace, es decir, de un patólogo.
“El siguiente grave problema es que en este proceso de aprendizaje entrevistamos a muchos patólogos y nos decían que casi 60 % de las muestras no llegan bien. Entonces, ya te animaste a ir, ya pasaste todo el sufrimiento de la toma de muestra y resulta que ésta no sirve, por lo tanto no vas a regresar. Además es una muestra que en los mejores lugares tomados llega a tener hasta 20% de falsos negativos, es decir, que no está bien clasificada; en nuestro país llega a ser hasta del 60 %”.
Prueba rápida, así funciona el biosensor para detectar VPH
El biosensor para detectar VPH consiste en generar una prueba rápida, confiable y sensible para la detección del virus de papiloma humano.
Aunque existe la prueba de PCR para detectar el VPH, esta prueba es cara y requiere equipo y personal calificado. El nuevo estudio que propone el Lansbiodyt es el único hasta el momento compatible con lo que se llama “autotoma” de muestra y que permite hacer un PCR, la cual es una prueba más sensible que la citológica (estudio de las células descamadas naturalmente).
Por ello, la prueba que los investigadores sugieren se lleva a cabo a través de una técnica de hibridación, semejante a la PCR, que da un resultado fluorescente sin necesidad de amplificación. Sólo se coloca la muestra en el chip y el equipo desplaza perlas magnéticas para que se realicen las reacciones hasta obtener el resultado en pantalla.
Con esto se resuelven otros problemas detectados, como la dependencia de un experto y diversos equipos para evaluar el resultado.
Por último, Tatiana Fiordelisio detalla que el biosensor final que esperan tener en un par de años es una prueba como las rápidas usadas para covid-19 de antígenos que puede colocar la persona interesada, el médico o la enfermera y determinar de esta forma si la persona cuenta o no con la infección.
“Nos dijeron que el proyecto había generado mucho interés y que había varias empresas e instituciones interesadas. Creemos que tiene un buen futuro, nosotros seguimos trabajando y lo queremos hacer lo más eficaz posible”.
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