El cambio climático es un problema estructural. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este se refiere a los cambios que presenta la naturaleza a lo largo del tiempo en la temperatura y procesos climáticos que afectan a los individuos y especies que habitan en ellos. Los humanos no están exentos de estos cambios.
Durante el tercer y último día del Congreso “Cambio climático: su impacto en la salud humana y planetaria”, de la Academia Nacional de Medicina, presidida por el doctor Germán Fajardo, expertos señalaron la importancia de contar con mecanismos de acción para corregir el impacto del cambio climático no solo en los ecosistemas, también en la salud humana.
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Los procesos migratorios, la producción de alimentos ultraprocesados, la búsqueda de energía limpia y la implementación de mecanismos para prevenir las situaciones medioambientales a las que la gente está expuesta mucho antes de nacer, fueron los principales temas que se abordaron.
El doctor Antonio Saldivar Moreno, director general interino del Colegio de la Frontera Sur, señaló a través de su ponencia titulada "Cambio climático, migración y pobreza" la relevancia de atender los procesos sociales e históricos como la migración, desde una mirada climática, pues actualmente la gente migra no sólo por problemas socio-culturales, también por cuestiones climáticas; la contaminación del agua, la tierra infértil y los incendios forestales, por mencionar un ejemplo, son razones suficientes para que la gente decida abandonar sus hogares.
"La consecuencia del cambio climático hará que algunos espacios del mundo se hagan inhabitables, provocando que la gente migre cada vez más (...) No podemos conformarnos o pensar que con cambios superficiales vamos a cambiar algo, necesitamos cambios estructurales de cómo convivimos en este mundo", puntualiza el especialista.
Además, señala que el cambio climático puede empujar a 132 millones de personas a la pobreza en los próximos 10 años si no se toman medidas éticas nuevas sobre la existencia y formas de organizar el mundo.
Por su parte, la investigadora en Ciencias Médicas F. Centro de Investigación en Nutrición y Salud,Martha M. Tellez, indicó que el cambio climático es la causa principal de una de cada seis muertes en el mundo, pues afecta a los individuos incluso antes de nacer.
"Las personas vivimos expuestos a situaciones medioambientales que afectan nuestra salud desde la edad prenatal; existe una transmisión intergeneracional de inequidades que vienen antes del nacimiento", reveló la especialista al exponer algunos de los datos de una investigación en la que participa donde se estudia la incidencia del cambio climático en mujeres y personas embarazadas y los fetos en desarrollo.
La especialista Mishel Unar Munguía, Jefa del Departamento en Nutrición Materna, del Niño y el Adolescente del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), comentó en su ponencia sobre el sistema alimentario y cambio climático, que uno de los principales contaminantes actuales es la producción en masa de los alimentos ultraprocesados.
"El impacto de los alimentos y productos ultraprocesados está mal cuantificado y contribuye a la emisión de gases y plásticos", señaló. Una dieta saludable basada en guías alimentarias es importante para un planeta sostenible y para guiar el diseño de políticas, programas y acciones a nivel multi-sectoriales. Al respecto el doctor Juan Garza Ramos, uno de los coordinadores del congreso, mencionó que el reto sobre estas guías es saber implementarlas para su uso responsable.
Por último, la investigadora titular del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuntó en su participación la necesidad de buscar energías renovables y sostenibles para el país, pues cuenta con todos los recursos para producir energía limpia eólica, geotérmica, solar e hidroeléctrica. No obstante, México tiene el primer lugar en desperdicio de energía, misma que se fabrica con tecnología del siglo antepasado.
"De la energía que se produce, 14% se pierde a nivel nacional. La energía que producimos es excesivamente cara, un 73% más cara que en Estados Unidos. México es un país que podría regalar energía limpia y sin embargo, eso no pasa".
En conclusión, la especialista hizo hincapié en la necesidad de corregir las políticas públicas, y del sector privado, para encontrar nuevas estrategias que optimicen los procesos de creación de energía limpia que sean más baratos y no representen un costo ambiental y económico como el que hoy en día representa.