HÍGADO GRASO

Se estima que en México uno de cada dos mexicanos vive con hígado graso no alcohólico

Especialistas alertaron que el hígado graso no alcohólico es la enfermedad hepática más común, se estima que afecta a un tercio de la población mundial, y en México podría estar afectando al 50 % de la población

El hígado graso no alcohólico es ya un problema de salud pública, alertan expertos.
El hígado graso no alcohólico es ya un problema de salud pública, alertan expertos. Créditos: Canva
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El hígado graso no alcohólico es una enfermedad con alta prevalencia en México uno de cada dos mexicanos podría vivir con hígado graso no alcohólico, una enfermedad que, de no detectarse y tratarse a tiempo, puede derivar en cirrosis o cáncer y, en casos extremos, llevar a la muerte.

“Esta es la enfermedad hepática más común, se estima que afecta a un tercio de la población mundial, y en México podría estar afectando al 50 % de la población”, explicó en conferencia Rosalba Moreno Alcántar, presidenta de la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH) en conferencia de prensa.

“El hígado graso no alcohólico es ya un problema de salud pública”, enfatizó la especialista Moreno Alcántar.

Por qué ocurre el hígado graso

El hígado graso se produce cuando hay demasiada grasa en este órgano y puede derivar en otros padecimientos como fibrosis o cirrosis. Este padecimiento suele no presentar síntomas durante años y aunque es más común en hombres mayores de 50 años, Nicolás Fernández, miembro de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, señaló que en los últimos años se ha detectado casi en el mismo porcentaje en mujeres y se han detectado casos en niños. 

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El doctor José Antonio Velarde Ruiz Velasco dijo que la enfermedad puede ser silenciosa por más de 10 años y después presentar síntomas poco específicos como:

  • Cansancio
  • Molestia en el lado superior derecho del abdomen
  • Ictericia (cuando la persona se ve amarilla)

Los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad son la obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol alto, una vida sedentaria y tener 50 o más años.

Detección temprana y medidas de prevención

Graciela Castro, presidenta de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), manifestó que “en etapas tempranas, la enfermedad es reversible si el paciente lleva una dieta saludable, hace ejercicio, e incluso se le puede dar terapia farmacológica para evitar que evolucione a cirrosis, fase en la que el tejido del hígado ya está cicatrizado y permanentemente dañado”.

Los especialistas coincidieron en que una pérdida de peso corporal mayor de 10% puede incidir en que exista una mejoría en la fibrosis de hasta 45% y, si solo hay grasa acumulada sin que el tejido cicatrice, la reversión puede ser hasta de 90%.

Los médicos recomendaron cambiar estilos de vida, llevar una dieta equilibrada reducida en grasa y azúcares así como realizar, por lo menos, 150 minutos de ejercicio a la semana para prevenir y revertir los daños al hígado

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De acuerdo con Secretaría de Salud el diagnóstico de hígado graso se realiza mediante ultrasonografía, pruebas de función hepática y biopsia hepática; habitualmente se sospecha de esta afección en personas con esas enfermedades y se trata la causa para evitar que el hígado graso se complique en padecimientos más graves.