¿Alguna vez has sentido hormigueo, quemazón o adormecimiento de las piernas e hinchazón en los pies? Si es el caso, es probable que sufras síntomas de un mal flujo de sangre.
La mala circulación sanguínea es una afección que dificulta que la sangre pase por las arterias y venas de forma adecuada. Este problema circulatorio puede tener diversas causas, pues el uso de píldoras anticonceptivas, el exceso de peso, permanecer mucho tiempo de pie, tener las piernas cruzadas y envejecer, son algunos de los factores más comunes para tener mala circulación.
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La mala circulación no es una enfermedad, pero identificar los síntomas y causas ayudan a mejorar tu calidad de vida, pues afecta al 80% de las personas mayores de 60 años en México. A continuación, algunas señales.
Síntomas de una mala circulación en pies y piernas
Cuando tenemos mala circulación, la sangre se acumula en una parte específica del cuerpo, impidiendo que el oxígeno llegue principalmente a las extremidades (piernas, manos y dedos). Algunos síntomas de que esto está pasando, de acuerdo con Semana, son:
- Piel fría, seca o escamosa
- Comezón en las piernas
- Manchas rojas en las piernas
- Presencias de pequeños vasos o varices
- Tobillos y pies hinchados
- Coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación
- Calambres en las piernas
- Sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento en las piernas
- Ausencia de vellos en las piernas
- Grietas en los talones
Algunos de estos síntomas son más intensos al final del día, sobre todo cuando la persona permanece mucho tiempo de pie, pero también pueden acrecentarse cuando hace calor, sucede el ciclo menstrual, se usan tacones o hay un embarazo de por medio.
¿Por qué tenemos mala circulación?
De acuerdo con Varicentro, podemos tener una mala circulación cuando:
- Tenemos exceso de peso o sedentarismo
- Permanecemos mucho tiempo de pie o sentados con las piernas cruzadas, dificultando el retorno de la sangre al corazón
- Tener un embarazo, pues la producción de la hormona relaxina (que provoca la dilatación de las venas), dificulta el retorno de la sangre al corazón
- El envejecimiento natural de los vasos sanguíneos puede interferir en la circulación y llevar al surgimiento de síntomas de mala circulación
- Cuando hay de por medio enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes
En caso de presentar alguno de estos síntomas de forma persistente, es importante acudir con un especialista para que administre el tratamiento adecuado, pues la mala circulación puede decantar en intervención quirúrgica, asegura la Secretaría de Salud.
(Con información de SSA, Viricentro, Semana).