El hígado graso se da cuando la grasa se acumula en esta parte del cuerpo, pese a que tener pequeñas cantidades de grasa en el hígado es normal, se puede convertir en un problema médico cuando se acumula demasiado.
Demasiada grasa en el hígado puede causar inflamación en el órgano, que puede dañar el hígado y crear cicatrices y en casos graves, esta cicatrización puede llevar a la insuficiencia hepática.
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¿Estamos cerca de tener un tratamiento contra el hígado graso?
Una nueva investigación realizada por investigadores de Michigan Medicine en Estados Unidos ha demostrado que un compuesto de aminoácidos trata con éxito la enfermedad de hígado graso no alcohólico en primates no humanos, lo que podría señalar que estamos cerca de tener el primer tratamiento para esta enfermedad.
Los investigadores desarrollaron el DT-109, un tripéptido a base de glicina, para tratar el hígado graso en su forma grave. Esta enfermedad también es conocida como esteatohepatitis no alcohólica y provoca cicatrices e inflamación en el hígado y podría padecerla hasta el 6.5% de la población mundial.
Los resultados indican que el DT-109 revirtió la acumulación de grasa y evitó la formación de cicatrices en los hígados de ratones y primates que habían desarrollado la enfermedad.
“Durante años, los científicos han intentado desarrollar un medicamento para tratar la enfermedad de hígado graso en su forma grave, pero muchos de los intentos no han conseguido mejorar la situación o han generado problemas de seguridad en los ensayos clínicos, indica Eugene Chen, autor principal del estudio.
“La enfermedad de hígado graso no alcohólica está aumentando a un ritmo asombroso, y el éxito del tratamiento de primates no humanos con nuestro fármaco DT-109, nos acerca más que nunca al tratamiento de los millones de personas que padecen la enfermedad”, señala el especialista.
La enfermedad de hígado graso no alcohólica afecta a muchas personas
La enfermedad de hígado graso no alcohólica se calcula que afecta al 32% de la población mundial y hasta el momento no existe un tratamiento y el daño hepático suele ser más permanente.
Además, la enfermedad se ha convertido en la principal causa de enfermedad hepática crónica, y la cirrosis relacionada con la enfermedad de hígado graso no alcohólica es actualmente uno de los motivos más frecuentes de trasplante de hígado.
Los investigadores descubrieron que el tratamiento con DT-109 revierte la acumulación de grasa y evita la progresión de la fibrosis al estimular la degradación de los ácidos grasos y la formación de antioxidantes.
El medicamento también inhibió la producción de ácido litocólico, un ácido biliar secundario tóxico relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Gracias a esto podemos ilusionarnos con que pronto podría existir un tratamiento para la enfermedad de hígado graso no alcohólica que afecta a millones de personas en todo el mundo.
(Con información de: Infosalus, Healthline y Cell Metabolism)