Al reparar una banda transportadora de fertilizante, Alan, un joven de 21 años, sufrió un accidente laboral que provocó el desprendimiento parcial de su brazo derecho. En estado de choque y con pérdida sanguínea, horas después, ingresaría al quirófano del servicio de Urgencias del Hospital General de Zona No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social. Actualmente Alan está estable y continúa su tratamiento médico, evitando vivir una amputación a su corta edad.
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“Estoy muy agradecido por la decisión que se tomó y por el resultado que se consiguió. Estar aquí y recuperar mi brazo es algo que voy agradecer toda la vida”, menciona Alan.
De acuerdo con datos de la encuesta ENSANUT Continua 2022 retomados por Derechos de infancia y adolescencia en México, 1.45 millones de personas de 10 a 19 años habían sufrido alguna lesión accidental en México durante el año 2022. Esto significaba que 6.5% de las personas adolescentes en el país ofrecieron un accidente. Esta cifra representó un aumento a comparación del 2018 y 2021.
¿Cómo afecta una amputación a una persona?
Un viernes 13 de enero, durante su turno vespertino, Alan trabajaba en la reparación de una banda transportadora de fertilizante. El accidente laboral fue provocado porque un guante de su mano derecha se atoró en una de las grapas, arrastrándolo hacia el rodillo y desgarrándole el brazo. Como mecanismo de seguridad, la máquina se paró sola. Debido a que Alan no perdió la conciencia, llamó por radio para solicitar ayuda. Sus compañeros de trabajo fueron quienes recibieron el llamado, permitiéndole bajar desde el tercer piso para ser trasladado en ambulancia.
UPB informa que un accidente de trabajo es todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo, produciendo al trabajador una lesión orgánica, una perturbación funcional o psiquiátrica, una invalidez o muerte. El accidente de trabajo puede producirse con la ejecución de órdenes o fuera del lugar y horas de trabajo.
Según datos de la Organización Internacional de Trabajo retomados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, a diario ocurren 868 mil accidentes de trabajo, de los cuales 1, 100 suceden en México. En la mayoría de casos, los accidentes de trabajo suceden por las condiciones peligrosas que existen en los equipos, maquinarias, herramientas de trabajo e instalaciones. Así como la actitud o actos inseguros de las personas al realizar sus actividades.
Al llegar al servicio de Urgencias del Hospital General de Zona No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social, fue valorado en traumatología para ser canalizado a la Unidad Médica Alta Especialidad No.71. Ahí realizaron una angio-tomografía para regresar a la Zona No.16 con la orden de amputación. Sin embargo, especialistas decidieron meterlo a quirófano para realizar una cirugía de salvamento.
“La parte más difícil fue tomar la decisión. En lo único que pensé fue en darle la oportunidad, porque es un muchacho joven, en una edad prometedora”, menciona Edwin Leopoldo Maldonado García, médico de la unidad del IMSS.
MedlinePlus explica que una amputación traumática es la pérdida de una parte del cuerpo, generalmente de la mano, del pie, un brazo una pierna, como resultado de un accidente o lesión. Cuando hay una amputación de una parte del cuerpo, con frecuencia se presentan complicaciones. Estas involucran hemorragias, shock e infección. Los resultados dependerán del manejo oportuno de la emergencia y atención crítica.
El Instituto Nacional de Desarrollo Social detalla que en México existen 780 mil personas con amputaciones. De 75 mil personas con amputaciones, sólo el 10% tiene una prótesis, dentro de ellas, el 7% no saben utilizarla. La principal causa de amputación es vivir con diabetes tipo 2.
Especialista en guardia estabilizaron a Alan. La cirugía duro más de 8 horas, donde retiraron un tramo de la pierna izquierda y la conectaron desde una arteria que sale de la clavícula (arteria subclavia) hasta la arteria que sale del hombro (arteria humeral). Aunque existía un riesgo de que el injerto no funcionara, permitieron que Alan conservara su brazo derecho.
“El caso de Alan me enseñó que siempre hay que tratar de dar nuestro máximo y que aunque ciertas cosas vayan en contra, podemos tener éxito. El conocimiento salió a la luz, nos permitió ayudar y lo que más aprendí fue a no darnos por vencidos”, destaca el anestesiólogo Javier Servín.
Actualmente Alan es atendido en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 25 del IMSS en Monterrey, Nuevo León. Alan también fue sometido a una cirugía de reconexión de plexo, la red que conecta los nervios de una de las extremidades inferiores.
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