Expertos afirman que 9 de cada 10 pacientes que son diagnosticados con linfoma de Hodgking presentan un ganglio en el cuello, en la axila o en otra parte del cuerpo. Aunque algunas personas no expresan dolor, dicho ganglio no desaparece y comienza a crecer. Por ello, es necesario que ante la detección de este signo, las personas acudan con un especialista de salud para detectar la enfermedad y acceder un tratamiento adecuado.
Dicho mensaje fue compartido en el panel "Linfoma de Hodgkin: Un acercamiento a los cánceres del sistema linfático" el cual contó con la participación de Gladys Agreda, médica especialista en hematología y responsable de la clínica de Linfoma; Nadia García, médica por la Universidad Autónoma de Baja California y gerente médica en Hemato-Oncología en MSD y Gerardo Pimienta, quien fungió como moderador.
Te podría interesar
Durante el evento, especialistas en salud compartieron información sobre causas, signos, síntomas, factores de riesgo y tratamientos de este cáncer del sistema linfático. Una enfermedad que afecta a personas de 20 a 29 años y personas después de los 55 años.
¿Qué tan común es el linfoma de Hodgkin?
Para conocer sobre el linfoma de Hodgkin primero es necesario conocer el sistema linfático. Este es parte del sistema inmunitario que ayuda a combatir infecciones y otras enfermedades, controlando la circulación de líquidos en topo el cuerpo. Está compuesto principalmente por células conocidas como linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Dentro del sistema linfático, existen dos tipos de linfocitos: linfocitos B y linfocitos T, informa American Cancer Society.
Los linfocitos B, continúa detallando American Cancer Society, producen anticuerpos para ayudar a proteger el cuerpo contra gérmenes. Mientras los linfocitos T destruyen gérmenes o células anormales. Por lo general, el linfoma de Hodgkin empieza en los linfocitos B.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el linfoma es un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático y puede aparecer en cualquier órgano. Sin embargo, hasta un 98% de los casos son curables si existe una detección oportuna y un tratamiento adecuado. En México, es el sexto cáncer más común. Existen 42 tipos de linfoma que son agrupados en linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.
“El linfoma de Hodgkin es un cáncer categorizado dentro de las principales causas de cáncer a nivel mundial. En México representa 1.6 casos por cada 100,000 habitantes. A pesar de ello, aún no está claro el desarrollo de la enfermedad”, menciona Gladys Agreda, médica especialista en hematología y responsable de la clínica de Linfoma.
Aunque no se conoce la causa exacta del linfoma de Hodgkin, la doctora Gladys Agreda detalla que existen una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad, como personas que hayan tenido otro tipo de cáncer, personas que han tenido que recibir quimioterapias o radio terapias o personas que han estado expuestas a ciertos medicamentos o condiciones ambientales.
“El linfoma de Hodgkin es más frecuente que hombres a comparación de las mujeres. Además es una enfermedad más común entre los 15 a 30 años, así como en personas de 65 años a 80 años. Más del 90% de pacientes presenta un crecimiento de ganglios los cuales casi no tocamos”.
Por su parte, Nadia García, médica por la Universidad Autónoma de Baja California y gerente médica en Hemato-Oncología en MSD, destaca que algunas alteraciones en el sistema inmunitario o tener un sistema inmunitario debilitado puede estar relacionado con el linfoma de Hodgkin. A la par, si han sido pacientes que han recibido un trasplante o han tenido una enfermedad autoinmune, como artritis reumatoide, VIH, síndrome de Sjogren o síndrome de lupus.
“Esta enfermedad suele tener una aparición espontanea sin algún factor de riesgo añadido. Pueden actuar alteraciones genéticas o antecedentes familiares, especialmente en personas con edades similares”.
Las personas con linfoma de Hodgkin, agrega Gladys Agreda, presenta una pérdida de peso involuntaria, fiebre continúa, sudoración profunda sin una infección predominante –especialmente en las noches–, presentan dolor al tocar hígado o vaso. Sin embargo, la especialista Nadia García destaca que algunos pacientes pueden presentar síntomas que sean confundidos con otras patologías.
“Puede que un médico general no diagnostique a primera estancia el linfoma de Hodgkin, por ello, es necesario estar atento a los síntomas B: fiebre mayor a 39 grados, sudoración profusa y pérdida de peso sin buscarlo o realizar un cambio en algún hábito de la vida cotidiana”, recuerda Nadia García.
¿Qué tan curable es el linfoma de Hodgkin?
“El diagnóstico del linfoma de Hodgkin es relevante. En este caso, el proceso es quitar el ganglio y mandarlo a un estudio de patología para detectar la enfermedad. Esta acción es llevada a cabo por un hematólogo quien se encargarán de hacer un diagnóstico adecuado”, menciona Gladys Agreda.
Además de dicho procedimiento, la persona debe realizarse exámenes de sangre que incluyen pruebas de función hepática y renal, citometría hemática y velocidad de sedimentación, serología para virus de hepatitis B o C y virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
“Estos estudios son realizados para darle al paciente la mejor opción de tratamiento. Afortunadamente, disponemos de dos estudios clave para este cáncer. Uno de ellos es la tomografía por emisión de positrones computarizada que nos permitirá identificar el área del cuerpo anormal y qué tanto están creciendo las células malignas. Así como checar si algún órgano está dañado o cuál es la etapa del cáncer”
Ante los resultados de los exámenes, los signos y síntomas del paciente y la etapa del linfoma de Hodgkin, las y los especialistas y salud comenzarán con el tratamiento. La opción principal es la quimioterapia, pues las radioterapias son factibles bajo ciertas circunstancias y las terapias dirigidas apenas se están incorporando.
“Podríamos decir que los tratamientos están adaptados a las necesidades del cáncer y el paciente. Al tomar en cuenta estos riesgos, hemos obtenido resultados favorecedores sobre el linfoma de Hodgkin. Es una enfermedad altamente curable debido a dicha estrategia basa en el riesgo, permitiendo que las personas vivan por más tiempo A pesar de ello, algunos pacientes pueden volver a presentar el cáncer al paso de unos años”, subraya Gladys Agreda.
¿Se puede prevenir el linfoma de Hodgkin?
“El linfoma de Hodgkin es una patología de carácter espontáneo en la mayoría de los casos, por lo cual no hay alguna recomendación para evitar esta enfermedad. En lugar de ello, podemos hablar de hábitos saludables para procurar el bienestar de las personas”, subraya Nadia García.
La especialista Gladys Agreda explica que las personas pueden realizar actividad física, llevar una alimentación balanceada, evitar el tabaquismo, entre otras recomendaciones que han difundido para llevar una vida con calidad.
Para lograr un tratamiento y diagnóstico adecuados del linfoma de Hodgkin, Gladys Agreda destaca la relevancia de dar a conocer la enfermedad para que las personas puedan acudir con un especialista de salud. Así como profesionales tengan conocimiento de este tipo de cáncer. Al igual, Nadia García puntualiza en no descartar los signos de alarma de la enfermedad para evitar un estado grave.
“Son pocos casos que llegan a estados avanzados. Tenemos una tasa de éxito sumamente alta, pero ello se debe a los estadios tempranos al detectar los síntomas con tiempo. Dándole más posibilidades a las y los pacientes”, finaliza Nadia García.
(Con información de American Cancer Society, Secretaría de Salud)