INSULINA

5 señales en la piel de la resistencia a la insulina

La insulina es una sustancia que se produce en nuestro cuerpo para aprovechar la energía proveniente de los alimentos y así ayudarnos a realizar todas nuestras actividades

La insulina interviene en cada uno de nuestros movimientos, es la fuente de energía de nuestro cuerpo.
Insulina.La insulina interviene en cada uno de nuestros movimientos, es la fuente de energía de nuestro cuerpo.Créditos: Pexels
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La insulina es la hormona elaborada por las células de los islotes del páncreas, y su función es controlar la cantidad de azúcar en la sangre al almacenarla en las células, donde el cuerpo la puede usar como fuente de energía. Cuando se eleva es evidente porque podemos notarlo en la piel.

Pero, ¿qué es la resistencia a la insulina? La Dra. Eleanna De Filippis, endocrinóloga de Mayo Clinic, lo explica así: “Las células no reaccionan ni se abren, lo que causa un nivel excesivo de azúcar en la sangre. Con el tiempo, el páncreas sigue tratando de regular el nivel de glucosa en la sangre y genera cada vez más insulina hasta que se agota y ya no puede producir grandes cantidades de esta hormona. Como resultado, los niveles de glucosa en la sangre aumentan hasta alcanzar el rango diabético”.

Aunque todas las personas pueden presentar resistencia a la insulina, también conocida como prediabetes, quienes son más propensos de desarrollarla, son personas que tienen factores de riesgo que son genéticos o de estilo de vida; por ejemplo, personas con sobrepeso, mayores de 45 años, con inactividad física y condiciones de salud como presión arterial alta y niveles anormales de colesterol, por destacar algunos.

5 señales en la piel de la resistencia a la insulina

De acuerdo con el Dr. Salomón Jakubowicz los signos elevados de la insulina se manifiestan en la piel así:

  1. Acrocordones: verruguitas en el cuello.
  2. Líneas en el cuello muy marcadas
  3. Acantosis nigricans: coloración oscura en el cuello y axilas
  4. Pequeños lunares rojos en la piel
  5. Pliegue en el lóbulo de la oreja
Los signos elevados de la insulina se manifiestan así en la piel. Crédito: Pexels.

“Además de determinar el destino de la glucosa (azúcar) en sangre, la insulina se encarga de promover el crecimiento. Es decir, al agregar unas gotas de insulina, todo empieza a multiplicarse. La piel es un reflejo de cómo la insulina acelera el crecimiento en todo nuestro cuerpo”, señala este médico.

Agrega también que la glándula que más fabrica saliva, llamada parótida y ubicada adelante del lóbulo de la oreja, es susceptible a crecer por ese estímulo. Cuando los niveles de insulina han permanecido elevados por más de 20 años, el crecimiento de la parótida empuja a la oreja, al plegarse hacia atrás se crea un surco en el lóbulo.

Y por ello también crecen de forma acelerada las células de la piel, formando verruguitas y líneas más oscuras en el cuello y las axilas.

La función de la insulina es controlar la cantidad de azúcar en la sangre al almacenarla en las células. Crédito: Pexels.

¿Cómo influye la diabetes en la insulina? 

En resumen, y de acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, la insulina es una sustancia que se produce en nuestro cuerpo para aprovechar la energía proveniente de los alimentos y así ayudarnos a realizar todas nuestras actividades cotidianas como caminar, correr, limpiar la casa, hacer ejercicio, leer, ir a trabajar, y cocinar, entre muchas otras. Es decir que interviene en cada uno de nuestros movimientos.

En la diabetes tipo 1 el cuerpo no produce insulina, en la diabetes tipo 2 no elabora la suficiente o tiene dificultad para utilizar esta insulina en el cuerpo. Por lo cual puedes llegar a necesitar aplicarte insulina externamente con una jeringa. Así que ahora que sabes cómo los signos elevados de la insulina se manifiestan en la piel, observa la tuya y cuida de ella.