Quienes se exponían a mayor luz artificial por la noche tenían mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, independientemente de la cantidad de luz a la que estuviera expuestos durante el día. Por lo cual, apagar la luz, usar cortinas opacas o evitar dispositivos electrónicos podría ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Así detalla un nuevo estudio publicado en “The Lancet Regional Health-Europe” realizado por investigadores de la Universidad Flinders (Australia), reporta Debate.
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“Descubrimos que la exposición a una luz más brillante por la noche se asociaba a un mayor riesgo de desarrollar diabetes 2”, menciona Andrew Phillips, principal autor del estudio.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021 señala que 12 millones 400 mil personas padecen diabetes. La diabetes mellitus o diabetes tipo II es la más común en personas mayores de 60 años, sin embargo, puede presentarse a cualquier edad.
¿Cuál es la mejor manera de prevenir diabetes tipo 2?
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases informa que la diabetes tipo 2, el tipo más común de diabetes, es una enfermedad que ocurre cuando el nivel de azúcar en la sangre es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene principalmente de los alimentos que se consumen. La insulina, que es una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa entre a las células para que se utilice como energía.
El portal añade que en la diabetes tipo 2 el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa bien. Por lo tanto, se queda demasiada glucosa en la sangre y no llega lo suficiente a las células. La falta de actividad física y ciertos problemas de salud, como la presión arterial alta afectan la probabilidad de tener diabetes tipo 2. A pesar de ello, se pueden tomar medidas para prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Esta investigación vincula la luz artificial con el desarrollo de diabetes. Según EGLO, la luz artificial es una parte importante de nuestra vida diaria, pero no se debe olvidar que también puede tener efectos negativos en nuestro bienestar si esta no está correctamente adecuada a las necesidades de iluminación. La exposición prolongada a la luz artificial puede provocar fatiga ocular y dolores de cabeza. Además luz artificial de alta intensidad durante la noche puede interrumpir el ritmo circadiano y afectar la calidad del sueño, desencadenando así problemas en el descanso.
Dentro del estudio se analizaron patrones de exposición a la luz de 85,000 personas. Fueron recopiladas 13 millones de horas de datos mediante sensores de luz que participantes llevaron en sus muñecas durante una semana. Tras un seguimiento de nueve años, detectaron que aquellas personas que se exponían a una mayor luz artificial durante la noche tenían un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
“Los cambios en la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa causados por la alteración de los ritmos circadianos afectan a la capacidad del organismo para regular los niveles de azúcar en sangre, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de diabetes tipo 2”, explica Andrew Phillips.
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