Diversos estudios publicados en los últimos años han relacionado la falta de sueño con el desarrollo de diversas enfermedades cardiovasculares entre las que se encuentran la hipertensión, la diabetes tipo II y las enfermedades cardíacas.
Según los datos de un gran análisis publicado en la revista científica Clinical Cardiology y presentado en el reciente congreso de la Asociación Americana de Cardiología, el insomnio y el sueño inferior a cinco horas se ha asociado con tasas más altas de infarto miocardio en comparación con otros factores de riesgo como la hipertensión o el colesterol.
Te podría interesar
Además, en junio del año pasado la Asociación Americana del Corazón incluyó al sueño en su lista de las consideraciones esenciales para cuidar la salud cardiovascular.
Importancia de un buen sueño
El sueño afecta tanto a la salud física como la mental. El Dr. Michael Twery, un experto en el sueño de Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH) explica que descansar es fundamental debido a que “afecta directamente el estrés, nuestro sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular”.
Miller explica que la falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón y diversas infecciones. Además, durante la noche nuestra frecuencia cardiaca, la frecuencia de respiración y la presión arterial suben y bajan constantemente, lo que las hace importantes para la salud cardiovascular.
“Si duermes poco vas a tender a comer peor y encima no vas a tener muchas ganas de hacer ejercicio físico”, explicó la Dr.María José Masdeu, neumóloga y responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitari Parc Taulí, Sabadell, Barcelona en entrevista con EL PAÍS.
Para lograr una noche completa de sueño de calidad —asegura Twery— es necesario que las personas adultas duerman entre siete u ocho horas diarias.
El sueño y los problemas cardiovasculares
En un intento por comprender la relación entre la falta de sueño con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, un estudio publicado en Diario de la Asociación Americana del Corazón explicó que mantener horarios regulares de sueño y dormir la misma cantidad de tiempo cada noche puede desempeñar un papel importante en la prevención de estas afecciones.
La Dr. Kelsie Full, investigadora del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, y autora principal del estudio, explicó a EL PAÍS que todas las funciones cardiovasculares, incluidas la frecuencia cardiaca, las funciones endoteliales y la presión arterial, son controladas por genes del reloj circadiano, relojes biológicos de un organismo que regulan sus cambios físicos, mentales y conductuales durante 24 horas.
La alteración de este reloj —explica Full— puede modificar las funciones cardiovasculares” dificultando que el corazón descanse y se recupere, lo cual es una función importante del sueño”.
Por último, este estudio demuestra que el sueño es un elemento esencial para la salud a distintos niveles, por lo que es necesario conocer su importancia y promover la buena higiene del sueño para evitar enfermedades cardiovasculares en un futuro.
(Con información de Clinical Cardiology, Asociación Americana del Corazón, El País, NIH)