Jenna es una joven de solo 25 años que disfrutaba de pasear en scooter hasta que un día, sufrió una caída que le causó un golpe en la zona del abdomen. Para descartar cualquier problema, le hicieron estudios de imagen y, de manera inesperada, los médicos encontraron que tenía un cáncer de ovario.
Esta noticia tomó por sorpresa a Jenna, quien pensaba que los síntomas que había experimentado, como calambres abdominales y mucha inflamación, eran solo una consecuencia de su caída.
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Sin embargo, los estudios mostraron que en realidad tenía un tumor maligno del tamaño de una naranja creciendo en uno de sus ovarios, así como una masa o quiste en su abdomen que había estallado.
Los resultados del ultrasonido que le realizaron tardaron dos meses en llegar y confirmarían que Jenna tenía un cáncer de ovario que ya había hecho metástasis, es decir, que se había diseminado al abdomen.
“Lloré mucho, no podía creer que me estuviera pasando a mí”, expresó la joven a Daily Mail.
Cáncer de ovario: Síntomas y causas
La Sociedad Americana del Cáncer menciona que el cáncer de ovario puede surgir no solo en los ovarios, que se encargan de producir los óvulos para la reproducción, sino en las trompas de Falopio.
En México, el cáncer de ovario ocupa el tercer lugar en cánceres ginecológicos y se le considera más letal que el cáncer de mama o el cervicouterino debido a que puede desarrollarse de manera silenciosa, alerta el Instituto Nacional de Salud Pública. A nivel mundial, es el séptimo cáncer más frecuente en las mujeres.
En el 80% de los casos, se diagnostica en etapas avanzadas, ya que al principio no hay síntomas evidentes o se pueden confundir con otras enfermedades.
Conforme el tumor crece, es posible que se presenten síntomas como:
- Dolor abdominal o pélvico
- Inflamación persistente o aumento del tamaño del abdomen de forma inexplicable
- Necesidad de orinar con frecuencia
- Pérdida de peso de forma inexplicable
- Cansancio y debilidad constante
El diagnóstico de esta enfermedad requiere de un ultrasonido de los órganos internos femeninos para identificar cualquier alteración. Si el cáncer se detecta en la primera fase, tiene una sobrevida de hasta 90%.
Tratamiento y prevención del cáncer de ovario
En cuanto Jenna recibió su diagnóstico, comenzó a recibir tratamiento, que consistió en medicamentos específicos para su cáncer, así como una cirugía para remover el tumor de los ovarios.
Desafortunadamente tuvo una complicación importante y es que resultó ser alérgica a uno de los medicamentos, por lo que lo tuvieron que cambiar.
Uno de los efectos del tratamiento que más le afectaron fue la pérdida de cabello así como la fatiga excesiva y aunque la joven reconoce que ha sido de las experiencias más difíciles de su vida que por momento se sintió como el fin del mundo, ahora está mucho mejor.
A finales de 2024 terminó su tratamiento pero su enfermedad no está controlada completamente ya que los doctores encontraron otro tumor en sus pulmones, el cual fue removido vía cirugía pero debe vigilarse muy de cerca.
Jenna sigue sin poder creer todo lo que ha vivido y es que afirma que en ningún momento se sintió enferma, por lo que todo fue una sorpresa para ella y su familia. En retrospectiva recuerda que sí tenía inflamación abdominal pero realmente nunca fue consciente de ello hasta que sufrió el accidente de scooter.
“Me arrepiento de no haber ido antes al médico cuando sentía mi estómago inflamado, pero tuve suerte de esa caída, de otra forma no habrían encontrado el tumor o habría sido muy tarde”
Es importante que a partir de los 40 años las mujeres acudan anualmente a su revisión ginecológica para detectar de manera oportuna cualquier indicio de cáncer de ovario, un tumor muy agresivo y que puede ser letal si no se detecta a tiempo, alerta el Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
Los factores que pueden incrementar el riesgo de cáncer de ovario incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, sobre todo de la mamá, una hermana o hija, haber iniciado la menstruación antes de los 12 años, tener obesidad, no haber tenido hijos y una edad mayor.
Por su parte, factores como dar pecho materno, el embarazo y el uso de anticonceptivos hormonales han mostrado una disminución del riesgo, aunque siempre se debe consultar con el médico y sobre todo, mantener un estilo de vida saludable con ejercicio regular y evitando el tabaco y el alcohol.
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