La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que hay 1,300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo. Según sus estadísticas, el tabaco mata a alrededor de ocho millones de personas cada año (más de siete millones de fumadores activos y más de un millón de no fumadores expuestos al humo ajeno), incluido un millón en las Américas. Te decimos qué pasa en tu cuerpo cada que fumas.
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Según la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS), México 2023, en general, la prevalencia de tabaquismo entre personas adultas de 15 años y más fue de 15.6%, que representa 14.6 millones de adultas y adultos mexicanos. Así mismo, señala que el 24.3% de los hombres y el 7.4% de las mujeres mexicanas consume tabaco actualmente. Esto corresponde a 10.8 millones de hombres y 3.5 millones de las mujeres que consumen tabaco en México.
El cáncer, principal enfermedad por fumar
Fumar está asociado a muchas enfermedades, no obstante, la más significativa es el cáncer, mismo que puede presentarse en muchas partes del cuerpo.
Es verdad que fumar productos de tabaco (incluidos los cigarrillos y los puros) es la causa de casi 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón. Pero el consumo de tabaco puede causar cáncer en casi cualquier parte del cuerpo, como por ejemplo:
- Vejiga
- Sangre (leucemia mielógena aguda)
- Cuello uterino
- Colon y recto
- Esófago
- Riñón y pelvis renal
- Hígado
- Pulmones, bronquios y tráquea
- Boca y garganta
- Páncreas
- Estómago
- Laringe
El cáncer se refiere a enfermedades en las cuales células anormales se dividen sin control y son capaces de invadir otros tejidos. Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo a través del sistema circulatorio y linfático, los cuales ayudan al cuerpo a deshacerse de las toxinas, detallan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Formas en que los productos de tabaco causan cáncer
La UNAM señala que en cada bocanada de tabaco, el humo entra por la boca o nariz y llega a la faringe o garganta; pasa a la laringe, donde se encuentran las cuerdas vocales, lo que provoca que estas se irritan por el humo del cigarro y no puedan cerrarse normalmente.
Después, el humo viaja hacia la tráquea, que se divide en dos conductos de aire llamados bronquios y después a los pulmones, afectando todas estas áreas. Esto, a largo plazo, provoca que el cuerpo no reciba suficiente oxígeno y las personas fumadoras tengan dificultades para respirar, sufran de tos crónica y desarrollen enfisema pulmonar.
Lo anterior ocurre cuando eres fumadora o fumador directo, pero el humo del cigarro también tiene consecuencias si eres fumadora o fumador pasivo. Los CDC indican que las personas que fuman no son las únicas que pueden presentar cáncer debido al humo del tabaco. Quienes los rodean —hijos, parejas, amigos, compañeros de trabajo, y otros— también inhalan ese humo, llamado humo de segunda mano.
Los productos de tabaco sin humo, como el tabaco que se mastica o se mantiene en la boca para extraerle el jugo, también pueden provocar cáncer, como cáncer de esófago, boca, garganta y páncreas.
El producto más reciente que puede causar cáncer son los cigarrillos electrónicos. Estos producen un vapor al calentar un líquido que contiene sustancias químicas y saborizantes, muchos de los cuales son dañinos. Las personas inhalan el vapor y lo llevan hacia dentro de sus pulmones. Las personas que están cerca también pueden inhalar este vapor.
Independientemente de cuánto tiempo hayas consumido tabaco, dejar de hacerlo puede reducir tu riesgo de presentar cáncer y otras enfermedades crónicas.