Farid, un joven de 24 años notó en junio de 2022 que tenía el ojo derecho más saltón que el otro y estaba hinchado. El problema fue empeorando al grado de que el joven pensó que su ojo iba a salirse de su cabeza. Aunque acudió al médico, tardó mucho en recibir su diagnóstico: un raro cáncer en el nervio óptico.
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Todo comenzó cuando Farid notó por primera vez un pequeño hematoma en su ojo derecho, sin embargo, no le dio tanta importancia y pensó que desaparecería con el tiempo.
Luego empezó a ver una hinchazón alrededor del ojo, lo que lo hizo agendar una cita con su médico de cabecera quien, tras hacerle unas pruebas de la vista, lo envió a casa. La visión de Farid no se vio afectada pero la hinchazón empeoró cada vez más, por lo que acudió al servicio de urgencias varias veces.
“Siempre me hacían la misma prueba visual y luego simplemente me enviaban a casa”, relata a Young Lives vs Cancer.
Tenía un ojo más saltón que otro por un raro cáncer
Con el tiempo, la hinchazón incrementó aún más y Farid empezó a experimentar visión doble y se dio cuenta de que su ojo estaba sobresaliendo de su cabeza. “Se me salió el ojo de la cara, se puso amarillo, había pus, como si estuviera infectado, fue tan horrible”, relata.
El joven residente de Londres, Inglaterra, cuenta a Independent que visitó al menos nueve hospitales antes de que los médicos descubrieran que todo fue causado por un tumor canceroso que es poco común en el nervio óptico y que estaba empujando su ojo fuera de la cuenca.
“Mi ojo empezó a ponerse muy mal, sobresalía de mi cabeza y pensé ‘supongo que se me está saliendo el ojo de la cara, podría caerse de mi cabeza’”, cuenta a Daily Mail.
El diagnostico oficial fue un rabdomiosarcoma embrionario, un tipo de cáncer de tejidos blandos.
¿Qué es el rabdomiosarcoma embrionario?
Según el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, el rabdomiosarcoma embrionario se presenta más a menudo en el área de la cabeza y el cuello, en los órganos genitales y urinarios, pero puede surgir en cualquier parte del cuerpo.
Los niños que pesaron mucho o que fueron más grandes de lo normal al nacer tienen más riesgo de este tipo de cáncer que usualmente se manifiesta con síntomas como:
- Un bulto o inflamación que crece cada vez más o no desaparece
- Ojos saltones o bizcos
- Dolor de cabeza
- Sangrados anormales
- Problemas para orinar o evacuar
El diagnóstico de Farid fue posible gracias a una exploración donde los médicos detectaron una masa en su nervio óptico que estaba empujando a su ojo fuera de su cuenca y mediante una biopsia, detectaron que era cancerígeno.
"Cada vez que escuchas sobre el cáncer, simplemente asumes que la gente muere; eso es simplemente lo que sabes", dijo Farid.
“Si crees que algo anda mal, no esperes a que sea demasiado tarde”
Tras tener el diagnóstico, inmediatamente se sometió a tratamiento con quimioterapia y radioterapia, lo que le causó efectos secundarios como caída de cabello, fatiga, dolor, nausea, vómito y pérdida de peso.
Afortunadamente, Farid ahora está en remisión y pudo completar sus estudios, graduándose en política internacional en la Universidad Brunel de Londres, sin embargo, asegura que su perspectiva de la vida definitivamente ha cambiado.
"No lo entenderás a menos que pases por eso, y no quiero que la gente pase por eso, pero siento que definitivamente aprecio más la vida", dijo al periódico Independent.
Como secuela, le quedó una leve visión borrosa en el ojo derecho, por lo que tiene que seguir realizándose controles durante los próximos años, sin embargo, este joven quiere compartir su historia para hacer conciencia sobre el cáncer en adolescentes y adultos jóvenes.
Además, comparte un consejo “Si crees que algo anda mal, sigue acudiendo al hospital, no esperes hasta que sea demasiado tarde, confía en tu instinto…Incluso en malas circunstancias todavía puedes disfrutar y ser feliz, aprecia las cosas pequeñas”.
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