La solidaridad, la empatía, pero sobre todo la fuerza que mutuamente se otorgan, es la base de la amistad que une a Angeles y Carmen, quienes hace unos años se conocieron en una sala de quimioterapias. Ambas han enfrentado el cáncer de mama.
“Así cómo hay amores a primera vista, también hay amistades a primera vista, a pesar de que estamos en una situación vulnerable, triste y difícil encontramos amistades muy valiosas”, así describe Angeles la amistad que surgió con Carmen durante el tratamiento contra el cáncer de mama.
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Angeles Arreola fue diagnosticada a los 65 años, le indicaron que estaba en etapa dos y era positivo a la proteína HER2, este tipo se propaga más rápido. Carmen Pérez tiene 59 años, la primera vez que fue diagnosticada con cáncer fue a los 47 años, la segunda vez fue a los 57, es decir 10 años después.
Angeles explica que el concepto de “Hermanas o hermanitas de enfermedad” surgió una ocasión que una compañera del tratamiento de quimioterapia la invitó a un viaje, en ese momento la presentó como su “hermanita de enfermedad”.
“Vicky me presentó como su hermanita de enfermedad y yo le respondí: tú también eres mi hermanita enfermedad, así nos sentimos, en muchísimas cosas coincidimos, tenemos empatía, nos apoyamos, platicamos de medicamentos o nos los compartimos”.
Carmen y Angeles también son hermanas de enfermedad y uno de sus gestos que mutuamente se han hecho en momentos de escasez de medicamento es compartirlo cuando a alguna le falta.
Por su parte Carmen mencionó que el tipo de hermandad les une la empatía y reiteró: “nosotros tuvimos una empatía alta, nos entendimos desde un principio y empezamos a conversar como compañeras de quimioterapia y eso evolucionó al grado que se somos buenas amigas”.
El primer recuerdo que Carmen tiene de Angeles es que le cedió su lugar y menciona: “ella me dejó el lugar, tenía su sillón favorito y me dejó su lugar, así me dieron la bienvenida. Era un equipo de cinco chicas”, así recuerda la sala de quimioterapias la paciente.
Carmen reconoce que no a cualquier persona se le otorga el mote de hermanos cuando no se es por lazo consanguíneo y menciona “para mí una hermana es con quien compartes muchas, cosas todavía no nos hemos peleado y espero que no ocurra. Hablamos de lo que nos pasa en la vida y no sólo de la enfermedad”
Dependiendo del tipo de cáncer y etapa a las pacientes se les aplicaba un medicamento vía intravenosa y Angeles así recuerda el espacio que unió a estás hermanas: “no parecería una sala de cáncer, sólo porque estábamos todas conectadas con las quimios, pero hicimos bastante agradable el ambiente a pesar de las sesiones”.
Ambas compartían alimentos entre ellas y con sus demás compañeras de quimioterapia y mientras en un brazos se les canalizaba el medicamento, en otra sostenían la comida del momento.
Opciones de apoyo contra el cáncer que no están en un manual
De acuerdo con el “Manual de apoyo para pacientes en tratamiento de cáncer de mama”, editado por Médica Sur hay una serie de claves para que las pacientes enfrenten la enfermedad y son:
- Elija fuentes confiables, objetivas y claras. La persona más indicada para darle información sobre su caso en específico, es su médico tratante. Identifique su nombre y sus datos
- Defina previamente la información que quiere obtener, realice preguntas concretas para obtener información específica y procure hacer preguntas cortas y directas
- Trate de llevar las indicaciones médicas por escrito.
- Intente asistir acompañado a sus citas.
- Pregunte lo que no entienda las veces que sea necesario.
- Tome con reserva la información que proviene de fuentes poco confiables (revistas de divulgación, internet o personas que no sean especialistas en el tema).
En el rubro de la comunicación se señala:
- Intente mantener una comunicación abierta y sincera con su familia y con el equipo médico.
- Informe e incluya a sus familiares (hijos también), en la situación que está viviendo.
- Permítase compartir sus sentimientos con sus seres queridos.
Pese a señalar el compartir con las personas queridas los sentimientos, no hay un manual que diga respecto a compartir esos sentimientos, tips y más con sus iguales, es decir entre pacientes, pero personas cómo Ángeles y Carmen han puesto cartas en el asunto y pese a que en su lugar de tratamiento se le prohibía hablar de su enfermedad, de hacerlo eran multadas con 10 pesos, ellas traspasaron el compartir un espacio de quimioterapia y hoy son “hermanitas de enfermedad”, como se dicen de cariño.
“Aunque nos ponían un medicamento horrible y a veces nos sentíamos terrible, nosotras nos organizamos para sentirnos más cómodas en ese momento y luego hicimos un chat de WhatsApp para compartir buenos deseos y organizarnos en caso de alguna festividad cómo un cumpleaños”, menciona Angeles al describir el grupo integrado por cinco mujeres y donde encontró a sus hermanas de enfermedad.
Carmen destaca que este apoyo entre pacientes provoca que se empoderen y sean más fuertes cada día, al respecto menciona: “dejamos a un lado ese sufrimiento, los malestares que la terapia y los medicamentos”.
Una segunda experiencia contra el cáncer
Carmen al padecer por segunda ocasión los síntomas del cáncer de mama y en la segunda ocasión con metástasis decidió escuchar a sus compañeras, que inmediatamente se ganaron su aprecio, confianza y empatía.
La lazos que se generaron entre el grupo de pacientes con cáncer de mama al que pertenecieron Angeles y Carmen fueron tan fuertes y diversos que lo mismo se compartían tips para usar pelucas, se elogiaban cada vez que había una mejora o se veían fuertes y sanando. Carmen siguió su tratamiento en el sector público y pocas sesiones compartió la sala de tratamiento con sus hermanas de enfermedad, no obstante fortaleció el vínculo con Angeles y ahora han generado una linda amistad.
Hace casi un año Angeles recibió su última quimioterapia, para celebrar hizo una gran fiesta, a la que denominó su graduación, entre risas recuerda con Carmen este momento.
Ambas pacientes se encuentran en remisión, un término médico para señalar que en este preciso momento no hay rastros de cáncer en su cuerpo, no obstante toman sus precauciones para cuidar su salud y se asumen como pacientes oncológicas de por vida. Al preguntarles a ambas pacientes qué le dirían a una persona que recién recibió su diagnóstico de cáncer mencionan:
“Yo lo primero que diría es no preguntes por qué , yo por qué, por alguna situación te llegó esta enfermedad y podrías pensarlo como castigo, pero a lo mejor es una oportunidad. Lo siguiente es compártelo con quien tengas mucha confianza, que sepas que te va a dar apoyo, no con alguien que te compadezca porque eso sí no ayuda nada. Ahorita estamos viendo que ya hay más frecuencia de la enfermedad y hay que buscar ayuda”, menciona Carmen.
Angeles menciona que cómo paciente con cáncer es importante fijarse una meta y estar consciente de que hay tratamiento. “Me voy a poner una meta, voy a terminar mi tratamiento y estos seis meses o estos cuatro meses no puedo vivirlos en un rincón, por qué me va hacer más daño y si de repente te invade la tristeza busca ayuda con tus seres queridos o pacientes y seguro vas encontrar una hermandad”.
Las hermanas de cáncer de mama aseguran que el padecimiento les ha enseñado muchas cosas. “La elección para mí es disfrutar cada día y ayudar lo más que se pueda, aunque sea poquito hace muy bien y hay que disfrutar a las personas”, comparte Carmen.
“Yo siempre me pongo metas, me gusta mucho pues soy administradora, esto es para ver si hubo resultados, yo recomiendo llevar una bitácora de todo lo que has pasado de todo lo que has vivido, yo conservo mis amistades porque me dan alegría y energía”, explica Angeles.
Datos de cáncer de mama
En México cada día mueren 21 mujeres por cáncer de mama, esto de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Salud (OMS) de mantenerse esta tendencia, para el año 2040 podría aumentar a 36 defunciones al día, aseguró la investigadora Leticia Rocha Zavaleta, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, los tumores cancerígenos malignos representan la principal causa de muerte de las mexicanas mayores de 30 años, agrega la especialista.