Escuchar nuestra música preferida puede ayudarnos a despejar la mente, liberar el estrés o fomentar su creatividad. Cantarle a todo el mundo nuestros sentimientos y pensamientos nos permite expresar aquello que tenemos por dentro. En los últimos años se ha estudiado cómo la música puede mejorar el bienestar de las personas al reducir el dolor y contribuir a una calidad de vida. Ejemplo de ello es la incidencia de la musicoterapia en personas con cáncer.
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“La música ayuda a reducir la ansiedad, la percepción del dolor, elevar el estado de ánimo y aumentar la expresión creativa y emocional, brindándoles oportunidades de elección y autonomía”, menciona Clarissa Grayson, musicoterapeuta certificada con enfoque clínico en el Hospital Houston Methodist.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 fueron registradas en el país 1, 122, 249 defunciones en el país dentro de las cuales el 8% (90,123) fueron por tumores malignos. La tasa de defunciones por tumores malignos aumentó de 6.09 defunciones por cada 10 mil personas en 2010.
¿Qué es y para qué sirve la musicoterapia?
La musicoterapia, informa Medical News Today, consiste en usar respuestas y conexiones de una persona con la música con el fin de estimular cambios positivos en el estado de ánimo y bienestar general. La musicoterapia puede incluir crear música con instrumentos de todo tipo, así como cantar, moverse con la música o simplemente escucharla. Las y los terapeutas usan las respuestas para estimular cambios en el estado de ánimo y bienestar mental.
“Pueden abordar una variedad de objetivos educativos y de atención médica. Hay muchas poblaciones que pueden beneficiarse de la musicoterapia. No es necesariamente curativa, pero ayuda en aspectos importantes de la persona, ya sean físicos, cognitivos, psicológicos y sociales. Estos objetivos siempre están centrados en el paciente”, explica Clarissa Grayson.
De acuerdo la Universidad del Internet, gracias a la variedad de respuestas producidas por la musicoterapia, la persona puede obtener un beneficio en motricidad, memoria, atención, creatividad, verbalización, propiocepción, reducción de estrés y ansiedad, estimulación cerebral, así como beneficiar el sistema inmunes y los ritmos biológicos.
¿Cómo ayuda la musicoterapia al cáncer?
Según Clarissa Grayson, existen dos tipos de intervenciones en musicoterapia: la activa y la pasiva. En la primera el paciente tiene un papel más importante con la intervención de música en vivo, incluso puede participar en la composición de canciones. Este tipo de terapia incluye la creación de listas de reproducción donde existe una relación emocional con determinadas canciones. En algunas ocasiones, la letra puede coincidir con los sentires de los pacientes. Permitiéndoles experimentar y validar sus emociones.
Por su parte, la musicoterapia pasiva actúa cuando un paciente está ansioso y necesita apoyo con su tratamiento contra el cáncer. La musicoterapia permite utilizar técnicas de relajación, guiones improvisados o basados en estructuras de acordes de las canciones favoritas del paciente.
“La musicoterapia siempre es elección del paciente. Si no quiere eso, también es genial. La musicoterapia siempre está abierta para ellos. Es importante siempre preservar la autonomía del paciente”, destaca Clarissa Grayson.
Psicología del Cáncer agrega que la musicoterapia ha tenido resultados en el cáncer al reducir la intensidad del dolor y su necesidad para control, disminuir los síntomas digestivos provocados antes y después del tratamiento, reforzar el sistema autoinmune, facilitar la expresión de emociones, mejorar la relación entre pacientes y familiares, así como facilitar la relajación. Los efectos secundarios que suelen ser mínimos dependerá de cada persona.
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