El autismo, o Trastorno del Espectro Autista, es una condición del neurodesarrollo que impacta la manera en que una persona percibe el mundo e interactúa con los demás. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el autismo afecta aproximadamente a 1 de cada 36 niños en Estados Unidos, con mayor prevalencia en varones.
El concepto espectro refleja la amplia variedad de manifestaciones, que pueden ir desde dificultades leves en la interacción social hasta retos significativos en la comunicación, aprendizaje y comportamiento.
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"Las personas con trastornos del espectro autista con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Las personas con TEA también podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención", señala el organismo de salud estadounidense.
La inteligencia artificial (IA) se está utilizando para detectar el autismo de manera más temprana y precisa. Aquí en Sumédico te explicamos todo el procedimiento.
¿Cómo se utiliza la IA para detectar autismo y trastornos de salud mental?
El diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista suele requerir múltiples evaluaciones clínicas, entrevistas y pruebas de comportamiento con expertos de la salud mental como intermediarios. Sin embargo, estos procesos pueden tardar meses o incluso años. La inteligencia artificial está cambiando este panorama al analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones sutiles que los especialistas podrían pasar por alto.
Una reciente investigación publicada en Nature Scientific Reports ha revelado que una herramienta de inteligencia artificial capaz de diagnosticar ambas condiciones en niños en cuestión de 15 minutos y con una precisión del 70%. Este nuevo invento invita a los científicos a nuevas aplicaciones de la IA.
La herramienta digital utiliza las expresiones faciales de las infancias para detectar cambios mínimos en su semblante. Estos datos son interpretados por un algoritmo con múltiples resultados. Adicionalmente, los grupos de control con 92 pacientes de cinco años de edad llevaron un guante con sensores y les pidieron que acercasen y retirasen la mano hacia una pantalla táctil, con el objetivo de analizar su expresión corporal.
Esta clase de modelos pueden identificar alteraciones en la comunicación y el uso del lenguaje a partir de gestos en la cara o movimientos repentinos.
"La IA puede usarse para predecir la demanda de los servicios de salud, identificando los posibles problemas en los procesos estandarizados de atención a la salud", señala la Secretaría de Salud en México.
El sistema de aprendizaje clasificó las condiciones de los participantes en sus movimientos: el cabeceo, balance y guiños en las manos.
Este algoritmo puede reducir significativamente el tiempo de espera para obtener un diagnóstico. Vale la pena resaltar que la IA no reemplaza la valoración de un médico profesional. Por el contrario, estas herramientas deben ser complementarias, nunca en sustitución del juicio clínico.
"Los investigadores planean poner a prueba la herramienta en una variedad de escenarios, incluyendo centros escolares y clínicas, y llevar a cabo estudios longitudinales que ayuden a validar las aplicaciones de la tecnología", señala el diario español 20 minutos.
La IA puede mejorar la detección temprana, pero siempre debe integrarse en un modelo de atención multidisciplinario que incluya a especialistas en pediatría, psicología y neurología. En otras palabras, la IA es una herramienta valiosa, pero el diagnóstico final y la orientación terapéutica continúan en manos de los profesionales de la salud. Con todo, esta tecnología podría incidir en los procesos de diagnóstico de los trastornos.
¿Conoces a alguien con esta condición?
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