PRESIÓN ARTERIAL ALTA

¿Tienes presión arterial alta? Estas son las bebidas que NO debes tomar

Controlar la hipertensión no solo implica medicación y dieta; lo que bebes es crucial

Hay bebidas que debes evitar si tienes la presión arterial alta
Hay bebidas que debes evitar si tienes la presión arterial altaCréditos: (Canva)
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Para millones de personas que viven con hipertensión arterial, la atención diaria se centra en reducir la sal, hacer ejercicio y tomar la medicación puntualmente. Sin embargo, existe un factor cotidiano y a menudo subestimado que puede desbaratar estos esfuerzos: el consumo habitual de ciertas bebidas

Lo que se bebe puede elevar la presión arterial de forma aguda y, a largo plazo, contribuir a un control deficiente, aumentando el riesgo de sufrir un evento cardiovascular mayor.

Las bebidas que NO debes tomar si tienes presión arterial alta

Es importante tener en cuenta que tomar ciertas bebidas puede aumentar de manera considerable nuestra presión arterial y son las siguientes:

  • Café

El café, una de las bebidas más consumidas del mundo, es un estimulante central gracias a su alta concentración de cafeína. En personas con hipertensión, su efecto puede ser inmediato y significativo. Un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition que analizó cinco estudios de intervención encontró que el consumo de 200-300 mg de cafeína (equivalente a 2-3 tazas de café) puede elevar la presión arterial sistólica y diastólica de 3 a 14 mmHg durante varias horas. Este pico se debe a que la cafeína bloquea los receptores de adenosina, promoviendo la liberación de adrenalina y causando una constricción temporal de los vasos sanguíneos.

No se trata de demonizar el café, sino de entender su impacto. El efecto es más pronunciado en quienes no son consumidores habituales. La recomendación para personas hipertensas no es necesariamente la abstinencia total, sino el consumo moderado y consciente. Se sugiere limitarse a una taza al día, preferiblemente descafeinado, y evitar tomarlo en momentos críticos como las primeras horas de la mañana (cuando la presión naturalmente sube) o antes de medir la tensión. Lo ideal es consultar con el cardiólogo para una recomendación personalizada.

  • Alcohol

Existe la creencia de que una copa de vino "relaja los vasos sanguíneos". Si bien es cierto que puede producir una vasodilatación inicial y una leve bajada de presión, este efecto es fugaz. Horas después, y con el consumo regular, el alcohol se convierte en un enemigo potente de la tensión controlada. Actúa como un vasoconstrictor, estimula el sistema nervioso simpático, incrementa la frecuencia cardíaca y, lo más relevante, interfiere con la eficacia de los medicamentos antihipertensivos.

Pero el daño mayor es a largo plazo. El consumo crónico y excesivo de alcohol es uno de los factores de riesgo más sólidamente establecidos para el desarrollo de hipertensión arterial. Las guías médicas son claras: para quien tiene presión alta, la reducción o eliminación del alcohol es una de las intervenciones no farmacológicas más efectivas. No existe un "límite seguro" universal; lo más prudente es que la persona hipertensa discuta con su médico si algún consumo es admisible en su caso particular, siendo la abstinencia la opción más segura.

El consumo crónico y excesivo de alcohol es uno de los factores de riesgo más sólidamente establecidos para el desarrollo de hipertensión arterial. (Foto: Canva)
  • Bebidas energéticas

Estas bebidas son, posiblemente, la peor elección para una persona con hipertensión. No contienen solo cafeína en dosis muy altas (a menudo el equivalente a 2-3 cafés en una sola lata), sino un cóctel de otros estimulantes como taurina, guaraná y ginseng, cuyo efecto combinado (sinérgico) sobre el sistema cardiovascular no está completamente estudiado y puede ser impredecible. 

Un estudio controlado publicado en el Journal of the American Heart Association midió la presión arterial y la actividad eléctrica del corazón de jóvenes adultos sanos después de consumir una bebida energética frente a un placebo. Los resultados mostraron un incremento significativamente mayor y más prolongado de la presión arterial con la bebida energética.

Este "pico de presión" súbito puede ser peligroso para alguien cuya presión basal ya es elevada, aumentando el riesgo de daño arterial, angina o, en casos extremos, un evento cerebrovascular. Además, suelen tener un alto contenido de azúcar, lo que contribuye al aumento de peso, otro factor de riesgo para la hipertensión. La recomendación de los cardiólogos es unánime y categórica: las personas con presión arterial alta deben evitar por completo el consumo de bebidas energéticas.

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